El pasado martes se reunió con la Asociación Musulmana y no descarta sentarse a dialogar con la Comisión Islámica. También ha tratado el tema con los cepemistas.
El Gobierno de Melilla se encuentra dando los primeros pasos para cristalizar el Pacto Social que anunció su presidente Juan José Imbroda, en el último Congreso Regional del Partido Popular (PP), celebrado en mayo. El mandatario del Ejecutivo autonómico detalló en la jornada de ayer que el pasado martes mantuvo una reunión con los responsables de la Asociación Musulmana para estrechar lazos de colaboración y escuchar algunas de sus propuestas en pos de mejorar la relación entre ambas partes.
“Lo que deseo es una ciudad sin sobresaltos, estable en lo político y en lo social, por lo que estamos iniciando una primera ronda de contactos”, explicó. Asimismo, confirmó que ya ha hablado con el principal partido de la oposición, Coalición por Melilla (CpM) para trabajar de manera conjunta en este proyecto.
Imbroda explicó que la Asociación Musulmana solicitó recientemente una reunión y que no había razón alguna para demorar el encuentro. Así pues, el martes visitó su sede y escuchó “proyectos muy interesantes” de boca de los dirigentes de esta agrupación religiosa. Entre ellos, destacó los referentes a la integración social y laboral de las mujeres, muy afectadas a nivel local por el desempleo.
“Pusieron sobre la mesa ideas muy diáfanas, las cuales escuchamos con atención para ver en qué podemos ayudar a esta asociación”, aseveró el presidente autonómico. En la misma línea, alabó el carácter constructivo del encuentro. “Fue una reunión rica y densa, en la que se trataron muchos temas referentes a la situación actual de Melilla. Tomamos buena nota de sus sugerencias, por lo que se puede decir que ambas partes salimos ganando”, subrayó.
Asimismo, detalló que también estuvo presente el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ya que el Pacto Social por el que está trabajando el Ejecutivo local es un proyecto que requiere la implicación de ambas administraciones, según explicó Imbroda. La viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, acudió al estar previsto que se iban a tratar temas de especial interés para su área.
Por otro lado, consideró que favorecer el diálogo con este tipo de asociaciones es positivo para combatir “la distorsión que crean de la realidad melillenses algunos elementos indeseables”, aunque no especificó a quién se refería. “Es bueno que demos una imagen real de cómo vivimos en la ciudad autónoma. La inmensa mayoría de sus habitantes deseamos una convivencia próspera y enriquecedora, en la que tengan cabida todas las confesiones religiosas y expresiones culturales”.
El presidente autonómico también recordó que el líder de los cepemistas, Mustafa Aberchán le conminó hace unas semanas en rueda de prensa “que no debía excluir del debate a ciertos grupos”, en referencia a la Comisión Islámica de Melilla (CIM), cuyas relaciones con el Ejecutivo local se encuentran congeladas desde hace varios años.
En este punto, Imbroda aseguró que no tenía ningún tipo de problema en hablar del Pacto Social con esta asociación, aunque apuntó que hay muchas agrupaciones de la ciudad autónoma “que intentarán auto excluirse del debate”.
“Queremos escuchar el máximo número posible de voces”, aseguró. No obstante, subrayó que los que estén dispuestos a sentarse a hablar con el Gobierno autonómico “deben asumir” que el discurso religioso no puede estar por encima del político. En ese sentido, recalcó que ninguna asociación de carácter confesional puede erigirse como portavoz de los melillenses. “Vivimos en una democracia y los ciudadanos eligen a sus representantes de manera democrática, en las urnas. La religión es algo que debe respetarse, pero que no debe imponerse a los demás y muchos menos en espacios públicos”, defendió.
Aunque no especificó cuales serán sus próximos contactos, el presidente se mostró decidido a escuchar el máximo número de voces posibles y aseveró que fomentar el diálogo es necesario para garantizar que la ciudad autónoma tenga un futuro estable, tanto en lo político como en los social.
La idea del presidente comenzó a tomar forma el pasado mayo.
Hay que recordar que Imbroda puso esta idea sobre la mesa por primera vez el pasado 27 de mayo, cuando fue reelegido como máximo dirigente del PP melillense. En aquel entonces, el presidente autonómico ya especificó que el debate debía apartarse de cauces religiosos para que llegara a buen puerto.
Además, señaló que estaba dispuesto “a hablar de todo” siempre que fuera respetando los términos constitucionales y la soberanía española sobre la ciudad autónoma, desterrando “cualquier tipo de frivolidad o duda” acerca del país al que pertenece Melilla.
Asimismo, destacó que las bases en las que debe sustentarse la ciudad para desarrollarse en el futuro residen en la igualdad, el respeto, la tolerancia y la convivencia. “Debemos enriquecernos con estos valores para mirar al futuro con seguridad y estabilidad”, afirmó el presidente en el Congreso popular.
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