El presidente de la Ciudad y el consejero de Educación han celebrado este fin de semana el veinte aniversario de la Casa de Melilla en Barcelona, asistiendo al evento organizado en la Ciudad Condal
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, se ha trasladado este fin de semana a Barcelona para celebrar el veinte aniversario de la Casa de Melilla en la Ciudad Condal. Durante el acto, en el que estuvo también presente el alcalde barcelonés, Xavier Trías, Imbroda resaltó la importancia que tienen entidades como ésta, que sirven para “mantener viva en el corazón la llama de Melilla”. “Siempre que vengo a Barcelona, vengo a algo mío”, aseguró el presidente, que hizo referencia a las conexiones que existen entre la capital catalana y nuestra ciudad en lo que a arquitectura y urbanismo se refiere. Imbroda recordó que Melilla es, tras Barcelona, la segunda ciudad modernista más importante del país y señaló que esto se consiguió gracias al trabajo de expertos catalanes.
El presidente no quiso obviar los problemas que hay en la ciudad y las imágenes que han hecho que Melilla se convierta en el centro de todas las miradas en los últimos meses por la gran presión migratoria que sufre. Imbroda insistió, como ya ha hecho en otras ocasiones, en que la ciudad es mucho más que una valla, pero reconoció que muchos han la han colocado en el mapa a raíz de las informaciones relacionadas con el fenómeno migratorio.
En este punto, el presidente recalcó su apoyo al trabajo que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y resaltó la importancia de que se cambie la Ley de Extranjería para que los agentes tengan aún más seguridad jurídica.
El máximo dirigente de la Ciudad destacó también a Melilla como modelo de convivencia, en el que incluyó la presencia de los subsaharianos, que reconoció que “no dan problemas”.
El presidente aseguró que Melilla es un ejemplo de “multiculturalidad”, una ciudad en la que no hay racismo ni xenofobia. “Hacemos bien lo que otros aún no han sabido hacer”, apostilló.
Por su parte, el presidente de la Casa de Melilla en Barcelona, Rafael Vega, resaltó el esfuerzo que han hecho durante estas dos décadas decenas de personas para el desarrollo de esta entidad. Vega agradeció a Imbroda su asistencia y le pidió que intente ayudarles para que los viajes a nuestra ciudad sean menos costosos. El presidente de la Casa de Melilla señaló que a muchos de los socios de la entidad les gustaría poder venir más a menudo a su ciudad natal, pero el elevado precio de los billetes impide que puedan hacerlo. En cualquier caso, agradeció a Imbroda su implicación con la entidad.
Asimismo, Trias resaltó la importancia de esta entidad y apuntó que los socios de la Casa de Melilla son embajadores de nuestra ciudad en Barcelona, pero al mismo tiempo también dan a conocer la Ciudad Condal entre los melillenses, algo que consideró muy relevante por la distancia geográfica que existen entre estos dos puntos de nuestros país. El alcalde resaltó los nexos comunes que existen entre ambas ciudades, entre lo que destacó que son ciudades mediterráneas, portuarias y modernistas.