El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró ayer que “ya no valen los discursos políticamente correctos ni para el exterior ni para el interior” sobre la relación de Marruecos y Melilla. Invitó a “quitarse la venda de los ojos” y aseguró que había que “desmitificar” que nuestra ciudad tiene que ser dependiente del país vecino por los beneficios que aporta el comercio fronterizo. “Hay que decir basta”, subrayó. “Ya está bien de desplantes que marcan un camino de incertidumbre. Ya está bien de oír que sólo mirando al sur está nuestro futuro. Ya está bien de estar día a día cediendo algo de soberanía”, aseveró.
En este sentido, Imbroda lamentó que Marruecos decidiera en agosto cerrar la aduana comercial que durante décadas ha dado servicio a los dos países. Afirmó que es el país vecino el que “decide oficial u oficiosamente el nivel de compromiso con los intereses de Melilla”. Y reiteró que el cierre del paso para la mercancía documentada fue “desleal y arbitraria”.
Es más, el presidente del Gobierno local indicó que “ya está bien de la falta de reconocimiento como ciudad española que siempre pretendió y pretenderá las mejores relaciones, pero nunca a cambio de una progresiva pérdida de identidad como ciudad española”.
Por ello, Imbroda argumentó que “Melilla ya no puede estar al socaire de los vientos cambiantes del sur, a las decisiones que inopinadamente tomen y a resignarse a ser para nuestro vecino país una ciudad ocupada”.
En relación a este tema, el presidente del Gobierno local explicó que Melilla da atención hospitalaria gratis a 15.000 marroquíes y que el 60% de los partos son de mujeres del país vecino; se asiste a 250 ambulancias marroquíes con enfermos que, en determinadas ocasiones se trasladan a la península; se da Seguridad Social a casi 5.000 trabajadores transfronterizos; educación a 1.000 niños marroquíes; y hay unos 1.000 menores acogidos en los centros de la ciudad.
También añadió que hay 15.000 marroquíes viviendo en Melilla, lo que supone un 16% de población extranjera que es el doble del porcentaje a nivel estatal. Imbroda remarcó que el 40% de “las cifras del paro la engrosan ellos”. “Y no cuento a los casi 20.000 marroquíes que vienen todos los días a trabajar en el comercio fronterizo”, apuntó.
Imbroda reiteró en que Melilla debe mirar al norte “de donde siempre vino lo mejor”.
“Insisto, necesitamos un nuevo rumbo más al norte que nos aleje de cualquier tipo de ‘pretendida dependencia del sur’, no significando eso que haya que darle la espalda”, añadió.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, indicó que en temas de frontera se precisa de la construcción del centro de distribución de mercancía que se ha planificado para Barrio Chino. Resaltó que esta obra estaba comprometida por el Ministerio del Interior y sería un gran paso para mejorar el trabajo en esta parte de la frontera.
Asimismo, comentó que es una “antigua y reiterada” petición del Ejecutivo local demandar un aumento de policías nacionales y de guardias civiles. Subrayó que deben llegara la ciudad 200 agentes entre ambos.
Además, Imbroda también demandó en el discurso que ofreció en la plaza de Armas de Melilla La Vieja “un incremento de la dotación de los miembros de la Comandancia General de Melilla. Entendemos que por razones estratégicas y sociales sería muy conveniente que así se hiciera. Seguiremos muy atentos”.
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