Preguntado en rueda de prensa sobre si la Ciudad Autónoma también estaría dispuesta a costear el alquiler de profesores y maestros para que vinieran a Melilla, el presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, explicó que no existe el mismo problema que sucede con los médicos en cuanto a falta de docentes, ya que existen bolsas de trabajo locales para éstos.
De hecho, afirmó que hay muchos jóvenes melillenses en esta situación que sufren perjuicios cuando se convocan oposiciones, puesto que están abiertas a todos los españoles.
“Yo no tengo constancia de que se quede ninguna plaza libre”, reiteró Imbroda, quien sí reconoció que hay dos demandas, como son la construcción de colegios y la consolidación de plazas fijas para los interinos.
El presidente de la Ciudad pidió no frivilizar con estos asuntos, porque a él lo que le importa son el bienestar y la sanidad de los melillenses, no de “ocurrencias ni disparates”. Así, tras recordar que, bajo su mandato, se arreglaron ciertos asuntos como los “contratos basura” de los enfermeros, Imbroda insistió en que el problema está en la sanidad, porque hay “un hospital nuevo magnífico, con muchos recursos técnicos, pero falta lo humano”.
Volviendo a los profesores, el presidente del Ejecutivo local instó a que los avisen si hacen falta más, ya que hay un artículo del Estatuto de Autonomía que los “estimula” para hacer cosas en educación, como ya hicieron en el pasado contratando a 75 técnicos de Educación Infantil y Primaria para dar apoyo a los maestros y cuya figura sigue vigente hoy en día. O también, apuntó, los 400 euros de beca que se otorgan para estudiar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En este sentido, Imbroda manifestó que, aun sin ser su competencia, la Ciudad siempre ha ayudado en lo que ha podido en este ámbito.
El presidente de la Ciudad recordó que, después de que José Luis Rodríguez Zapatero dejara España “en la ruina” y llegara al poder Mariano Rajoy, le comunicó al entonces ministro de Educación, José Ignacio Wert, al problema de la saturación de las clases.
Concretamente, le dijo al ministro que hacían falta dos colegios y un instituto que Imbroda se comprometió a financiar si después se les devolvía el dinero.
Ahora, como la frontera no es tan transitable como antes, ya no existe tanta demanda, fundamentalmente por la ausencia de los transfronterizos.
De esa conversación salieron el instituto del Jardín Valenciano y el colegio Gabriel de Morales y faltaba otro en Caballería dentro del plan de urbanismo que no se llegó a construir debido a la moción de censura que presentó en el año 2018 el ahora presidente, Pedro Sánchez.
En cuanto al colegio Gabriel de Morales, cuya licencia de primera ocupación aún no ha sido solicitada, Imbroda confía en que esté funcionando el curso que viene y que las viviendas y resto de infraestructuras del solar estén terminadas.
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