Imbroda apuesta por cambiar la ley para no dar documentación a menas de 17 años

• El presidente de la Ciudad afirma que se quitaría “un aliciente” que lleva a estos menores a venir a Melilla

• Señala que dentro de unos 40 días podría comenzar el debate en comisión del anteproyecto de esa modificación legislativa

El secretario general del PP de Melilla, Miguel Marín, anunció el miércoles que el Gobierno local iba a iniciar el proceso de modificación legislativo para poder obligar a los menores que están en la calle a ir a los centros de acogida y retenerlos allí. Al respecto, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, explicó ayer que no sólo hay que cambiar la Ley de Protección del Menor, sino también la de Extranjería y el reglamento de Extranjería, para que no se dé la residencia a los menores que llegan con 17 años a Melilla con el objetivo de conseguir esta documentación.

Imbroda explicó ha habido “un aluvión” de menores de 17 años que “no son niños desvalidos ni desprotegidos”. Subrayó que no proceden de familias con las que no pueden estar o donde los maltratan. Añadió que no están “desamparados”, sino que es un problema de inmigración de menores, no de protección de menores.

Sin residencia

El presidente del Gobierno local reiteró que vienen a la ciudad para conseguir la residencia porque se la van a dar al cumplir los 18 años. “Por lo tanto, hay que modificar la Ley de Extranjería en este sentido porque es la que está amparando esta situación. Hay que quitarles este aliciente”, aseveró.

Imbroda argumentó si estos menores no reciben la residencia y se les puede repatriar a Marruecos, diminuirá esta presión migratoria a Melilla. De ahí que insistió en cambiar en este punto la Ley de Extranjería y es lo que intentará el Gobierno local, entre otras medidas y actuaciones.

El responsable del Ejecutivo local indicó que se ha iniciado ahora el proceso de modificación legislativo, una potestad que les ofrece el Estatuto de Autonomía de Melilla.

Imbroda reconoció que ya hay varios documentos preparados, pero indicó que este trabajo tiene que continuar. Cree que en unos 40 días se podrá comenzar las comisiones para analizar los “anteproyectos de propuestas” de cambio de estas legislaciones.

Al margen de esta actuación, insistió en que no han dejado de hablar con el Gobierno central para que inste y presione a Marruecos para que acoja a sus menores.

El presidente de la Ciudad insistió en que se van a poner en marcha numerosas actuaciones, como la búsqueda de nuevos inmuebles, donde poder crear más plazas para la estancia de menas, así como van a continuar la búsqueda de estos chicos en las escolleras por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, recordó que en unos días el grupo de educadores de calle comenzará su misión para convencer a los jóvenes de que vayan a los centros.

Imbroda reiteró la petición a los melillenses de que sean pacientes porque aseveró que el problema es “complejo”, pero que se solucionará lo antes posible.

“CpM está trabajando para que los niños estén en la calle y tirados en escolleras”

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseveró que “Coalición por Melilla (CpM) está trabajando para que los niños estén en la calle”. Señaló que esta formación es socia de la “extrema izquierda” y que está “encantada” por haber “coincidido con Prodein”. Destacó que a los cepemistas no les preocupa que haya niños tirados en escolleras o en la calle. Es más, aseveró que están a favor de que los pequeños no estén en centros de acogida y apoyan a ONG que hacen lo posible para continuar esta situación.

Imbroda afirmó que los cepemistas no quieren que se solucione este problema. Resaltó que “están más contentos cuantos más menores vengan de Marruecos” porque “están jugando a otra cosa”, aunque no explicó sobre ese comentario.

Imbroda lamentó que CpM opte por dejar a los menores en la calle en lugar de estar a favor de llevarlos al centro de acogida, aunque reconoció que, con la alta ocupación que hay, “están mas estrechos”. Pero el presidente de la Ciudad defendió que están “infinitamente” mejor en un centro que en a la intemperie, pasando frío y algunos de ellos, incluso, cayendo en adiciones como inhalar pegamento u otras sustancias.