Los guardias civiles de Melilla se encuentran en una situación de “inseguridad jurídica” después de las críticas vertidas por formaciones políticas y ONGs. Así lo afirmó en la jornada de ayer el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, quien recalcó que hay “cierto desconcierto” entre los agentes después de que sus intervenciones en los perímetros fronterizos de Melilla y Ceuta haya sido puesta en tela de juicio por diversas organizaciones. Imbroda, en declaraciones realizadas a Telecinco, afirmó que los efectivos del Instituto Armado están “asustados” .
Asimismo, subrayó, tal y como ha reiterado en los últimos días, que los principales beneficiados de esta “bajada de brazos” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son las mafias que trafican con seres humanos. “Los inmigrantes van a aprovechar este desconcierto para intentar entrar en Melilla”, afirmó.
El presidente autonómico señaló que el actual número de efectivos que presta servicio en la valla de la ciudad es el adecuado, aunque admitió que todos los refuerzos que lleguen serán bienvenidos. Además, lamentó que se esté “criminalizando su labor” y recordó que la misión que tienen es la de defender las fronteras españolas.
“Los funcionarios están desconcertados y asustados. Están haciendo su trabajo en una situación penosa y difícil. En los últimos años han intentado entrar en Melilla y Ceuta ilegalmente unos 250.000 inmigrantes y han resultado heridos más de un centenar de agentes”, recalcó Imbroda.
Por otro lado, rompió una lanza en favor de los efectivos que intervinieron en Ceuta el pasado 6 de febrero, cuando al menos quince subsaharianos murieron en un intento de entrada masivo por la frontera del Tarajal. “No creo que dispararan proyectiles de goma a dar contra los inmigrantes, es algo muy duro”, apuntó el presidente. “Habrá que ver qué ocurrió. Ya está en sede judicial”.
Cambios legislativos
El máximo dirigente del Gobierno local insistió en la necesidad de modificar la actual Ley de Extranjería, que data del año 2000, y en desarrollar el acuerdo hispano marroquí que permite las devoluciones de inmigrantes en el mismo perímetro fronterizo. “La normativa se hizo pensando en otros casos, no en los de Melilla y Ceuta”, apuntó. A preguntas de los periodistas, quienes le plantearon a Imbroda si las devoluciones deberían realizarse sin trámite administrativo alguno, el presidente recalcó que si además de repeler a los subsaharianos hay que proporcionarles la asistencia de letrados “habrá que poner a doscientos abogados corriendo a lo largo de la valla”, algo que tachó de “disparate”.
“Abogo por hacer como en cualquier otro país civilizado. Que se rechace a quien pase ilegalmente la frontera en el mismo perímetro. Los inmigrantes no entran pidiendo permiso. Poner una oficina y comenzar a pedir filiaciones no tendría sentido alguno”, aseveró.
Además, consideró que “hay mucho complejo y mucho cuidado” en decir “lo políticamente correcto” en materia de inmigración. “Hay que hablar claro. La realidad es que la clase política no ha puesto pie en pared con este asunto desde hace tiempo”, señaló en referencia a la normativa de Extranjería.