Manuel López-Ochoa comenta a El Faro cómo realizaron el diseño y la construcción de los decorados de esta obra.
La compañía de teatro Arrabal volverá esta noche al escenario del Kursaal con ‘Reservoir Dogs’. Aún quedan algunas entradas para esta noche y para el domingo, por lo que se animó a todos aquellos melillenses que no hayan visto aún este montaje a acercase hasta la taquilla para ver en vivo esta adaptación de Pedro J. Bueno de la película de Tarantino. No sólo disfrutarán de la actuación, sino también de cómo se ha conseguido traer las escenas de una película hasta un escenario. Este trabajo de escenografía ha sido realizado por todo el equipo de Arrabal dirigido por Manuel López-Ochoa, quien destacó en El Faro, que con muchas horas de trabajo e imaginación, no había habido complicaciones a la hora de montar todas esas escenas.
López-Ochoa subrayó que como no son una compañía profesional, no encargan sus escenarios a otros, sino que invierten muchas horas en sacar adelante todos los proyectos. Así, resaltó el trabajo que realizan todos los componentes de Arrabal, puesto que unos aportan sus conocimientos de pintura y otros su maña con la carpintería, sacando así adelante los decorados de esta obra de teatro.
Todos echan una mano
Este director de montaje de escenografía comentó que hay componentes en este grupo de teatro local que sólo se dedican a una función, pero que otros actúan, dirigen y echan una mano en los decorados, como Pedro J. Bueno, y con él, otros sin los que esta obra no se podría haber puesto en escena a tiempo.
López-Ochoa comentó que en esta ocasión consiguieron terminar todos los escenarios en los que se desarrolla la acción unos días antes, por lo que se daba por satisfecho.
Es el guión es el que tiene que adaptarse al escenario, según comentó, aunque resaltó que la intención de Arrabal ha sido ser lo más fiel posible y respetuosos con las idea de la película.
Los bocetos no fueron nada complicados, pero crear una escenografía es algo trabajoso, según explicó, y por ello, contar unos días con más o menos gente es lo que marca el ritmo de trabajo, por mucha planificación que se realice.
“Yo estoy a jornada completa casi, pero sin ayuda hubiera sido imposible. Como todo el mundo trabaja, se va haciendo y se distribuye la tarea conforme se va contando con gente”, aseguró.
“En teatro siempre falta una semana”, afirmó López-Ochoa, cuando llega el estreno de la obra de teatro.
En cuanto al gasto del material está dentro de lo calculado, explicó el director de montaje. En este sentido, aseguró que el objetivo no es ganar dinero y como ninguno de los componentes de Arrabal cobra por realizar sus funciones dentro de esta compañía, pueden invertir todo el dinero recaudado en las taquillas a la compra de los artículos y productos del decorado y el vestuario.
No obstante, destacó que como van aprendiendo conforme se van montando nuevos espectáculos, este año han incluido por ejemplo, el poliexpan, cuando antes estaban más centrados en la carpintería y en las telas. También con ‘El ciclo de la vida’ utilizaron la gomaespuma, por lo que poco a poco van incorporando más técnicas a su forma de hacer los decorados.
López-Ochoa indicó que en esta obra de teatro los decorados no han sido nada complicados, ya que han contado también con la ayuda de la iluminación y los medios técnicos. Sin embargo, sí que comentó su preocupación por los proyectos de futuro, como por ejemplo, el montaje de la obra de teatro ‘Entre mujeres’ para el 8 de marzo y el gran despliegue de medios que se quiere realizar con el musical de noviembre, ‘El jorobado de Notre Dame’.
Un aplauso para...
No sólo el trabajo que lleva el montaje de los escenarios pasa desapercibido por el público. El maquillaje, el vestuario, la cartelería, la coreografía, las luces, el sonido, las persona que se encargan de mover los decorados y los que están coordinando que cada actor salga a escena o que baje el telón son algunas de las labores que se llevan a cabo durante ‘Reservoir Dogs’. En muchas ocasiones no se reconoce el trabajo de todas las personas que realizan estas acciones, pero sin las que la obra no se podría llevar a cabo o sería un auténtico caos. A ellos también hay que dedicar un gran aplauso.