Iglesias niega que haya privatizado la inspección de Emvismesa

El presidente de la entidad municipal explica que el servicio se ha reforzado mediante una externalización parcial a través de un contrato con Eulen.

Juan Antonio Iglesias, presidente de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Melilla (EMVISMESA), negó ayer que se haya privatizado el servicio de inspección de la misma sociedad y acusó al Partido Socialista de falsear la realidad con el único ánimo de desacreditar la imagen del Gobierno local y acusarlo de practicar una política de enchufismo y contrataciones a dedo “absolutamente falsa”.

Externalización

Según Iglesias, lo único que se ha hecho ha sido externalizar parte del servicio, con el fin de reforzarlo a causa de la baja del único trabajador al frente del mismo.  La externalización, detalló, se ha realizado mediante contrato con la empresa Eulen, cuyo catálogo de servicios, en materia de seguridad y prestaciones varias, es muy amplio, y cuya relación contractual con la Ciudad Autónoma es también muy variada.
No obstante, para Iglesias el fondo de la denuncia del PSOE es lo que demuestra que “el Partido Socialista se agarra siempre que puede a un clavo ardiendo para criticar a un Gobierno, al que no es capaz de poner ‘peros’ en su gestión”.
Iglesias criticaba así que el PSOE “haya querido dar una vuelta torticera a lo que no ha sido más que una casualidad”, puesto que, según afirmó, el hecho de que Eulen asignara para el mismo servicio a un cuñado suyo “no ha sido más que una casualidad”. “Una sorpresa” para el propio Iglesias, según aseguró a ‘El Faro’.
“Eulen no tiene por qué conocer que el trabajador en cuestión es mi cuñado. El primer sorprendido cuando lo vi fui yo, pero, claro, por ser mi cuñado tampoco se le puede negar el derecho a tener un trabajo”.

Baja repentina

Según Iglesias, la externalización parcial del servicio de inspección se produjo después de la jubilación de un trabajador de recaudación y de la asignación a este departamento de uno de los dos trabajadores adscritos al servicio de inspección, que finalmente se quedó con un solo empleado, cuya baja repentina ha motivado el contrato suscrito con Eulen.
“Ni a mí ni al PP –subrayó- el PSOE puede darme lecciones de moral ni de ética. Yo tengo la conciencia muy tranquila y dos hijos que han tenido que irse de Melilla precisamente por eso, porque aquí no encontraban trabajo y porque si lo encuentran en seguida iban a tener el sambenito de que lo habían encontrado por su padre. El PSOE –continuó- sólo puede dar clases de enchufismo, que en eso es especialista y basta para comprobarlo con darse una vuelta por la Delegación del Gobierno”.
Además, añadió, “la externalización del servicio se ha hecho con carácter temporal, por seis meses, tras los cuales se hará balance de cómo funciona y se decidirá si se renueva o se realiza otro tipo de contrato”.

Clavo ardiendo

“Como en todo –insistió en referencia al PSOE- se están agarrando a un clavo ardiendo, porque no encuentran materia con la que hacer una verdadera oposición al Gobierno y porque les da igual cuál sea la verdad. Lo único que les importa es falsear, enredar y engañar a ver si con eso son capaces de convencer a la población de que el actual Gobierno de Melilla no es de fiar. Pero nosotros no tenemos nada que ocultar. Mi conciencia, repito, está muy tranquila y a mí nadie del PSOE puede darme lecciones de ética ni moral. Para enchufismo el que practican ellos, que en esto está demostrando que son muy expertos”.

El caso de la Residencia de Mayores

La denuncia del PSOE, dando por hecho una privatización del servicio de inspección de EMVISMESA mediante la cual promover la contratación del cuñado de Juan Antonio Iglesias, se produjo un día después de que el vicepresidente del Gobierno local, Miguel Marín, denunciara un nuevo caso de enchufismo por parte del PSOE en la nueva Residencia de la Tercera Edad.
Según afirmó Miguel Marín, los socialistas habían creado la figura de director-gerente para cesar a quien había venido ejerciendo de director del mismo centro durante los últimos 31 años y poner en su lugar a un cargo de confianza de afiliación socialista y estrecha proximidad a la dirección actual del PSOE melillense.
Marín no desveló el nombre del futuro director gerente, que al parecer será mujer y que, según los mentideros políticos, se corresponde con una de los candidatos no electos al Senado en las pasadas elecciones generales, caso de la trabajadora social María Cruz Escribano.
Según ha podido saber ‘El Faro’, lo sucedido con los cargos directivos de la Residencia de la Tercera Edad parte de su reconversión en Centro Polivalente de Servicios para Personas Mayores. A partir de ahí, se ha realizado un nuevo catálogo de puestos de trabajo, que asume todos los ya existentes en el anterior organigrama de la Residencia, pero a costa del cual se crea la nueva figura de director-gerente. Con esta operación, se otorga al hasta ahora director del mismo centro y también de su antecedente en la calle General Polavieja, el cargo de jefe de servicios.
Lo curioso es que aduciendo que la crisis económica impone una política de austeridad, no se cubrirán los puestos de médico, trabajadores sociales y psicólogos que siguen admitiéndose como necesarios en la nueva relación de puestos de trabajo. En cambio sí se cubrirá el de nueva creación con categoría de director gerente.
El anterior director, Javier Calderón, ha estado durante 31 años desempeñando el puesto, a plena satisfacción de los distintos responsables políticos de la Administración central, de la que depende la misma Residencia. De hecho, el actual delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, le entregó una placa de reconocimiento a su labor a finales del año pasado.