Desde UGT se denuncian los actos de violencia que vienen sufriendo los docentes, especialmente una maestra, por parte de los padres de dos alumnos.
UGT Melilla expreso ayer su “solidaridad” con el profesorado del CEIP España, y especialmente con la maestra Mª Isabel Pascual Sánchez, por el “acoso” que han venido sufriendo a lo largo de todo el curso por parte de dos padres de alumnos del Centro ∑“no conformes con la decisión de cambiar el sistema de salida del alumnado para evitar los problemas que ocasionaba la organización de salida en años anteriores”.
La respuesta de estos padres, según denunció el sindicato, ha sido “desmedida y violenta, agrediendo al profesorado verbal y físicamente y amenazando continuamente al mismo”, motivo por el cual los trabajadores del centro han organizado hoy, a las 9:00 horas, unas concentración de una hora, en la puerta de este colegio.
Ante estos hechos, la UGT y los sindicatos que apoyan la concentración, denunciaron que el profesorado sufre “agresiones y amenazas” en los centros escolares y que no están “suficientemente protegidos y respaldados frente a estos episodios de violencia”.
Por ello, se preguntaron qué hacer para proteger a los docentes. “De poco sirve que denunciemos los casos de violencia y acoso si a la hora de la verdad no contamos con los instrumentos adecuados para abordar su solución, partiendo fundamentalmente de la prevención y la protección del profesorado”.
También señaló el sindicato que “entre todos deberíamos hacer fuerza y pedir al Ministerio de Educación, en este caso a la Dirección Provincial, que actúe como acusación particular en estos casos de agresión”, además de conseguir que “todos los profesores que hayan sufrido algún tipo de agresiones realicen las denuncias correspondientes, animando de esa manera a las víctimas a que lleven ante los tribunales a sus agresores”.
Para UGT “es intolerable que un padre dé ejemplo a su hijo pegando a un profesor; incomprensible que un docente acabe de baja y con problemas emocionales por haber sufrido algún tipo de violencia por parte de familiares de alumnos y; de los propios alumnos, que sigan como si nada hubiera ocurrido”.
También incidieron en que este tipo de conductas “van en contra de conseguir la dignidad del docente, pero va más allá, da un ejemplo demoledor a los jóvenes a favor de la violencia y en detrimento de la convivencia, contribuyendo muy poco a una mejora en el futuro de nuestra sociedad y en la calidad de la enseñanza”.
UGT recordó que desde hace tiempo se reclama el reconocimiento legal del docente como autoridad pública “ya que serviría para poner freno a los problemas de violencia que sufren en las aulas”, aunque también remarcó que “afortunadamente ya hay sentencias que consideran que agredir a un profesor es atentar contra un funcionario público. Esto endurece las penas que se les impone a los agresores”.
En opinión del sindicato, los profesores no denuncian porque “piensan que no van a conseguir nada con la denuncia, desconfían del sistema judicial y del tratamiento que éste le da a su profesión, al margen de que tienen miedo a la reacción de los familiares del alumno”.
Un problema que “se agrava”, según explicaron, “cuando los docentes se encuentran con que tienen que seguir conviviendo con el alumno y los familiares, motivo por el cual, la gran mayoría, prefiere encontrar una solución en el propio centro y seguir trabajando”.
Al hilo, UGT dijo estar “convencida” de que la solución a la violencia que sufren los profesores “no está en seguir poniendo parches, sino en evitar y prevenir las agresiones y en proporcionar mayor atención y apoyo moral y psicológico al que las sufre”.
Por último, apuntaron como “una de las mejores respuestas a la violencia en las escuelas” una mayor participación de las autoridades del sector educativo junto con los padres y el resto de la sociedad, con un gran apoyo de los medios de comunicación”.