La Asamblea de Melilla reconoce el trabajo de ambos Cuerpos con las Placas al Mérito Social, que también recibieron el presidente del Club ‘La Amistad’, Gregorio Castillo, y el Banco de Alimentos.
El Salón Dorado del Palacio de la Asamblea de Melilla volvió a ser escenario ayer del acto de entrega de las Placas al Mérito Social. Una de las más altas distinciones de la Ciudad Autónoma melillense que este año han recaído en el presidente de la Asociación de Pensionistas y Jubilados Club ‘La Amistad’, Gregorio Castillo, el Banco de Alimentos, el guardia civil Abdeslam Mimón y las unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que desarrollan su labor en la frontera de Melilla (Unidad de Fronteras de la Policía Nacional y la Compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil).
Tras la entrega de las placas. el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, se dirigió a los presentes y dedicó unas palabras a cada uno de los homenajeados en la noche de ayer. Destacó de todos ellos su espíritu de entrega a los demás que pone de manifiesto los valores que caracterizan a la sociedad melillense. “Estamos ante sentimientos por encima de las obligaciones marcadas por los límites de la simple exigencia de un servicio profesional o de unas atenciones personales. Su grandeza tiene que ver con la atención que prestan en muchos momentos cotidianos y que, en muchos casos, tienen que ver con la precariedad, la solidaridad, la necesidad y el quebranto. Ahí precisamente radica el valor de trayectoria porque no es la facilidad lo que les motiva sino el obstáculo y el reto”, remarcó el presidente.
El difícil trabajo en la frontera
En el caso concreto de la compañía de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, Imbroda destacó la difícil labor de vigilancia de la valla fronteriza, sometida a una alta presión migratoria desde hace meses. El mandatario autonómico resaltó la responsabilidad de los guardias civiles de esta compañía, quienes desarrollan su trabajo sin olvidar “el drama humano” que supone la inmigración.
“La labor de la Guardia Civil en la frontera sólo es digna de encomio, alabanza y gratitud por parte de todas las instituciones del Estado”, abundó el presidente. El encargado de recoger la distinción fue el capitán jefe de la compañía, Daniel Simón, quien calificó la tarea que desarrollan como “dura y penosa”, pero también “necesaria e imprescindible”.
Dentro de ese trabajo diario, sobresale por su humanidad un agente, el guardia Abdeselam Mimon, también de la compañía de Seguridad Ciudadana, al que se le rindió ayer un homenaje de manera particular.
Mimón es melillense de nacimiento. Este guardia civil, destinado en el puesto fronterizo de Barrio Chino, pone orden al desorden que supone controlar el paso de decenas de porteadores, a los que ayuda a que puedan ganarse la vida con el pase de mercancías. Según señaló el propio Imbroda, Abdeselam Mimon “va más allá de su propio trabajo y ha llegado a pagar de su bolsillo taxis o incluso, con la ayuda de su hermano, ha comprado patinetes para hacer más llevadera la carga de los pesados bultos que transportan los porteadores, sobre todo mujeres de cierta edad”.
Otra de las Placas al Mérito Social recayeron sobre la Unidad de Fronteras de la Policía Nacional, encargada del control documental en los cuatro puestos fronterizos que existen entre Melilla y Marruecos, por los que pasan cada día unas 40.000 personas y más de 20.000 vehículos.
A ello hay que sumar la atención de la Oficina de Protección Internacional, donde se han tramitado sólo este año 1.000 solicitudes de asilo, así como la custodia del puerto y del aeropuerto. Se trata de una tarea “dura, callada y sacrificada” para tratar de conciliar la máxima seguridad con la fluidez de los pasos fronterizos, según el jefe de la Brigada, Justo Redondo, quien fue el encargado de recoger la placa.
De la Policía Nacional, Imbroda destacó que los agentes hacen frente a “provocaciones e insultos” con mucho “temple”, lo que ayuda en que no se produzca “ni el más mínimo roce” en la frontera.
Las placas más solidarias
Las Placas al Mérito Social han reconocido este año también el trabajo del Banco de Alimentos, creado en 2006, que debe seguir esforzándose por el bien de la sociedad melillense porque “el hambre desgraciadamente no termina hoy”, apostilló su máximo responsable en Melilla, Juan Paredes, quien puso en valor el papel de los voluntarios en la tarea diaria del Banco de Alimentos.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas Club ‘La Amistad’, Gregorio Castillo, también homenajeado, reclamó una mayor atención para los mayores, un colectivo que “se merece todo porque lo ha dado todo”.
Una vez finalizadas todas las intervenciones, el acto terminó con todos los asistentes en pie para entonar el himno de Melilla. Entre el público se encontraban las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad. Además del presidente de la Ciudad y de una nutrida representación del Gobierno local, acudieron los parlamentarios por Melilla, Mª Carmen Dueñas y Antonio Gutiérrez, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, el comandante general de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, y los máximos responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Melilla, José Ángel González Jiménez y Ambrosio Martín Villaseñor, respectivamente.