Categorías: Sociedad

Homenaje a Cámara, pero sin cocinero

Compañeros del alma de la Unión Federal de Policía de Melilla, José Guerrero Cámara, le organizan una comida por su jubilación. La Policía arrestó al cocinero.

En casa del herrero, cuchara de palo. Medio centenar de policías nacionales se reunió ayer en el bar de la Asociación de Vecinos Constitución para celebrar una comida de despedida al ex secretario de Organización de la Unión Federal de Policía (UFP) de Melilla, José Guerrero Cámara, que se jubila tras 45 años en el Cuerpo Nacional.
Pero nada más sentarse a la mesa, llegó la Policía Nacional y arrestó al cocinero, acusado de estar presuntamente tras el robo de 1.200 euros de la máquina tragaperras del local, que fue reventada el pasado sábado.
La Policía sospecha que este hombre ha tenido algo que ver con el robo porque él se quedó a dormir en el bar el sábado y la puerta no estaba forzada por dentro.
Quiso la mala fortuna que la detención del cocinero de la Asociación de Vecinos Constitución, acusado de ser el presunto autor de un robo, coincidiera con la despedida de Cámara, que hace poco menos de un mes se había despachado a gusto en una entrevista concedida a El Faro en la que aseguraba que había tenido jefes superiores malos y peores.
El caso es que la celebración del homenaje a Cámara se quedó sin cocinero y los platos empezaron a llegar a las mesas en torno a las cuatro de la tarde.
Pero en lo que no hubo sorpresa fue en el discurso del homenajeado que, con un nudo en la garganta, repartió estopa y dio las gracias a los que han estado a su lado.
En su discurso, Cámara, visiblemente emocionado, recordó que se jubila, pero advirtió de que no se va a relegar a la oscuridad, “como un mueble viejo”, porque seguirá echando una mano en las labores sindicales a las que ha dedicado treinta de los casi 45 años que ha estado en activo.
Con la emoción atravesada en la garganta, Cámara se acordó ayer de los policías nacionales que se manifestaron allá por los años 80, cuando no tenían Seguridad Social. “Se les maltrató y se les metió en la cárcel. Muchos fueron expulsados como malhechores. Hoy todavía me avergüenzo de no haber hecho lo bastante para solucionar aquella injusticia”, dijo.
También se acordó el veterano sindicalista de la Unión Federal de Policía de Melilla de las personas a las que pudo hacer daño (“jamás a sabiendas”) con alguna de las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida.
Y en este punto, se le acabó la emoción y se vino arriba para dedicar un capítulo a “los enemigos”,  “a los del sidecar”. Se acordó de aquellos que se frotan las manos porque se jubila y creen que sin él, podrán pescar afiliados de la UFP en un río revuelto. “Si su gestión es esperar a que se vaya un compañero de otro sindicato, es que su gestión es nula”, recalcó.
Como no podía ser de otra forma, Cámara pidió un brindis “por la organización más honrada del Cuerpo Nacional de Policía y por la única que desde su creación  crece año tras año”.

Las palabras de Travieso
Cámara no estuvo solo en la comida de homenaje que le brindaron sus compañeros ayer en la Asociación de Vecinos Constitución. Le acompañaron en la mesa el secretario general de UGT, Alonso Díaz, y el secretario general de UFP, Antonio García, junto a otros destacados sindicalistas.
El primero en intervenir en el acto de homenaje fue Enrique Travieso, fichado hace un par de años por Cámara para la Comunicación en UFP, una vez que éste le dio un portazo a la Confederación Española de Policía por diferencias con la directiva nacional.
Travieso agradeció a Cámara su “aportación” y le recordó que las personas que lo expedientaron “hoy son ceniza”. Se refería a los mandos que suspendieron seis meses de empleo y sueldo a Cámara tras unas declaraciones en la prensa, a sabiendas de que éste tenía mujer y cuatro hijos que dependían económicamente de él.
También le dijo que cuando muchos andan preocupados por colocarse medallas, Cámara se lleva la mejor de todas, el sincero reconocimiento de sus compañeros.
El secretario general de UGT en Melilla, Alonso Díaz, también tuvo palabras de cariño para Cámara, a quien, dijo, le ha dado su amistad durante años. En esta línea explicó que para él ha sido un honor trabajar codo con codo con un hombre que lleva el sindicalismo tan dentro. “Abrió las puertas a derechos que otros pudieron disfrutar”, señaló.
Fiel a su estilo, Antonio García Gillén, el secretario general de UFP en Melilla, también agradeció a Cámara todo su esfuerzo en este sindicato y le entregó una placa de metacrilato con una fotografía en la que se ve al veterano sindicalista erguido y con mirada directa, en una pose muy suya. Porque él es así y ha hecho suya una frase de Stendhal: “El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo o engaña a otros”. Cámara siempre va al grano.

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