Se avecinan semanas duras en la batalla contra la pandemia. La flexibilización de las normas durante la Navidad están dejando al descubierto la relajación de las normas de parte de la población con el aumento, a escala nacional, de los contagios por coronavirus. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, reconoció que la situación “es preocupante” pero confía en que la tercera ola de la pandemia del coronavirus se doblegarán sin tener que llegar a un confinamiento domiciliario como ocurrió en marzo.
Sin embargo, ya la ciudadanía vive un confinamiento nocturno de ocho horas y que no se descarta ampliarlo para limitar, aún más, los contactos y con ello frenar la propagación del virus.
Es momento de ser más estrictos en el cumplimiento de las normas. Restringir los contactos sociales, no fumar en la calle y utilizar de manera correcta la mascarilla. Este viernes, lamentablemente, otra persona perdió la vida en la ciudad como consecuencia del coronavirus.
Aunque la mayor parte de la sociedad melillense cumple con las medidas sanitarias hay un porcentaje que aún parece no entender la gravedad de la situación ni las consecuencias de la pandemia.
El 2020 será recordado por vivir tres meses de confinamiento, un proceso de desescalada que tuvo una duración de varias semanas y dio paso a una “nueva normalidad” con el uso obligatorio de las mascarillas. La segunda ola llevó a las autoridades a normar para limitar los contactos e, incluso, los obligó a cerrar parques o espacios donde se pudieran producir aglomeraciones.
Por más de un mes estuvo cerrada la hostelería durante la segunda ola, y se suman otros tres en los que tuvieron la persiana abajo durante el estado de alarma y el inicio de la pandemia. La crisis sanitaria del coronavirus ha golpeado, de distinta manera, a cada uno de los sectores de la sociedad, sin dejar a nadie ajeno.
Ser responsables es un ejercicio individual que toma más importancia en medio de la pandemia. Cumplir las normas y remar juntos en una dirección es la hoja de ruta para despertar de esta pesadilla que parece no acabar.