Las temperaturas en Melilla continúan subiendo y es necesario recordar que cualquier persona puede sufrir los estragos que pueden provocar en el organismo. El golpe de calor se suele dar en una circunstancia determinada en la que intervienen factores como realizar ejercicio físico excesivo y una exposición al calor prolongada. Así, para evitar este tipo de patologías es necesario estar continuamente hidratándose y permanecer en sitios frescos en las horas de más calor del día, tal y como indicó el doctor de medicina interna, Carlos Quílez Guerrero, que pasa su consulta en la ciudad.
El perfil de la persona que puede sufrirlo es amplio, pero son más propensas aquellas que padecen enfermedades como la hipertensión o la diabetes. Sin embargo, la autoridades sanitarias recomiendan vigilar de cerca a los grupos que presentan mayor sensibilidad ante esta patología, como son a las personas mayores, los enfermos que no son autónomos, las embarazadas y los niños.
Cómo se produce
Ante las temperaturas altas, el organismo pone en funcionamiento los mecanismos de defensa que hace que se autoregule la temperatura corporal, ya que el límite de nuestro cuerpo es de 41 o 42 grados centígrados. “A partir de esta temperatura, las células y los órganos empiezan a sufrir con el grave peligro que implica para la vida de esta persona”, indicó Quílez.
El organismo intenta defenderse ante esta subida de la temperatura y aumenta la sudoración, que implica una bajada de la tensión arterial al perder líquidos. Si no se controla la temperatura las células que componen nuestro cuerpo empiezan a perder sus forma debido a la pérdida de líquidos y provoca la aparición de diferentes patologías.
Un golpe de calor puede acarrear convulsiones, trastonos del comportamiento y del lenguaje, fallo renal y cardíaco, hipertensión o bajada de la tensión arterial, y en los casos donde no se ha podido coger a tiempo, el fallecimiento de la persona.
¿Cómo evitarlos?
Los golpes de calor siempre aparecen tras permanecer varias horas de exposición al calor y las altas temperaturas, por lo tanto el primer consejo del doctor Quílez es evitar estar al sol en las horas claves del día y por lo tanto, los esfuerzos o ejercicios físicos muy fuertes.
En este sentido, indicó que hay personas más aclimatadas a las altas temperaturas que otras, pero que a pesar de ello, es necesario realizar una hidratación constante para que el organismo recupere los líquidos que pierde por la sudoración.
Pero no sólo hay que tener en cuenta las altas temperaturas, sobre todo, si pasan de los 40 grados, sino también los días en los que la humedad supera el 60 por ciento.
Por otro lado, se recomienda que personas con enfermedades como la diabetes, la hipertensión, y otras de tipo renal, pulmonar y cardíaca o que tienen tratamientos con medicamentos de tipo diurético no se expongan al calor para evitar un empeoramiento de sus patologías. Otro elemento que hay que evitar es la ingesta de bebidas alcohólicas.
En el caso de exponerse a las altas temperaturas, se debe hacer con ropa adecuada, como por ejemplo prendas de algodón sueltas que no aprieten el cuerpo. Quílez aconsejó que se esté pendiente de los primeros síntomas de un golpe de calor, como los mareos y la bajada de la tensión arterial.