Hernández: “Mantilla, si te lleva una melillense luces el doble”

El Centro Social de Mayores celebró ayer su tradicional celebración en honor de esta prenda que durante la Semana Santa cobra protagonismo en la indumentaria de la mujer.

“Mantilla, si te lleva una melillense luces el doble. Mantilla, que para lucirte bien hay que haber nacido en Melilla. Mantilla, la mujer melillense con su belleza intachable es la que sabe lucirte bien”, son algunos de los versos que la pregonera de la fiesta preparada ayer en el Centro Social de Mayores para la exaltación de esta prenda que tanto se ve en la vestimenta de la mujer en Semana Santa.
Esta tradicional celebración de esta institución forma parte de una de las fiestas más deseadas por todos sus socios. Así, un grupo muy numeroso de público apoyó con su presencia y aplausos este evento en el que se contó con música de Pasión, desfile de mantillas y un pregón que emocionó a los presentes.

La mantilla es protagonista

Esta prenda, que enganchada en un moño y sujetada con la peineta y varios alfileres en la cabeza de algunas socias del Centro Social de Mayores, atrajo las miradas del público en el desfile que hicieron para dar comienzo a este evento. Así, algunas de estas mantillas tienen más de 100 años y como era tradicional, han pasado de madres a hijas durante varias generaciones.

La música presente

Como todos los años se orgullece de presentar el día de la mantilla, un elemento tradicional de la cultura española, tal y como apuntó el director del centro, Ramón Paqué. Así, informó de que éste era el cuarto año en el que se realizaba este acto de exaltación de la mantilla.
Además, apuntó que durante estos días las actividades en el Centro van a estar más paralizadas porque los mayores aprovechan la llegada de familiares para pasar más tiempo con ellos y participar en las diferentes procesiones que se realizarán en los próximos siete días en la ciudad.
Asimismo, al finalizar toda esta celebración se realizó la ofrenda de la mantilla a la Virgen.

Recuerdos y un poema

La pregonera de este año, Ángela Hernández, una socia de este Centro y poseedora del título ‘Dama de Melilla’ recogió en su discurso recuerdos de niña y emociones de hace unos años.
Aseguró que en esta ciudad, al estar más lejos de la península, las tradiciones se viven con más fuerza y cariño y que esta distancia no ha sido un factor determinante para que los melillenses no hayan podido continuar con la tradicional Semana Santa, aunque la actual sea algo diferente a la que ella vivió durante su juventud.
Así, rememoró aquellos días en los que su madre decía “quien no estrena en Domingo de Ramos, se le caen las manos” y la ilusión con la que se cosía a mano sus prendas de vestir para poder cumplir con esta tradición.
También comentó como las jovencitas se vestían para la ocasión y acudían a las diferentes iglesias, que por aquella época estaban abiertas, para recorrer las estaciones. De forma, que al entrar en un templo, rezaban a los titulares y emprendían de nuevo el camino en dirección a otra iglesia de la ciudad.

El uso de la mantilla

Hernández indicó en este discurso, que a más de una hizo rememorar su juventud, la forma correcta de llevar una mantilla y de los usos que con el paso de los años se le ha dado a esta prenda.
Los primeros habitantes de esta tierra solían llevar mantos sobre sus cabezas y esta costumbre continuó hasta la Edad Media. Así, pasaron a formar parte de los trajes tradicionales en el siglo XVI, aunque más adelante, la mantilla era una de esas prendas que hacían lucir más hermosas a las mujeres del pueblo llano.
Pero no será hasta el siglo XVIII cuando las mujeres de la corte deseen renovar esta prenda y adoptarla como propia, tal y como hizo, Isabel II.
En los siglos venideros, las mujeres españolas utilizaban una mantilla más pequeña, es decir, un toguilla, para asistir a misa, pero su uso diario se perderá para pasar sólo a formar parte de los trajes festivos.

Sobre una melillense

Hernández comentó que la mantilla blanca suele utilizarse para ir a ver a los toros y en Domingo de Resurección, mientras que la de color negro se utiliza por las manolas como señal de duelo por el sufrimiento y la muerte de Cristo en las salidas procesionales.
El discurso de la Dama de Melilla finalizó con un breve poema que despertó la emoción y el sentimiento patriótico de los presentes pues en él se hizo mención a la españonalidad de esta ciudad y de lo bien que luce una mantilla sobre los hombros de una mujer melillense.

Notas de Pasión

La intervención de la Banda de Tambores y Cornetas de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación fue muy aplaudida por la gran ejecución de las piezas de obras de Semana Santa que realizó este grupo de jóvenes músicos.
Además, se contó con la actuación de uno de los mejores cantaores de saetas de la ciudad, Pepe Pozo Sánchez que estuvo acompañado con la maestría de la guitarra de Juan López Soler. Un magnífico broche final para que los asistentes vayan sintiendo en su piel la emoción de la Semana Santa, que a partir de mañana esta más presente que nunca en nuestra rutina diaria.