Categorías: Sociedad

“Hay que recuperar las tradiciones. La crisis que vivimos es también de fe”

Javier Calderón es periodista y cofrade de la Hermandad de la Soledad desde niño. Este año será el encargado de la lectura del pregón de Semana Santa, que se celebrará el próximo día 16 de marzo.

Javier Calderón lleva toda la vida vinculado a la Semana Santa de Melilla, su ciudad natal. El joven, presidente de la Asociación de la Prensa de la ciudad, será el encargado de la lectura del pregón anunciador del inicio de esta festividad religiosa el próximo sábado 16 de marzo. Todavía no tiene su discurso listo y reconoce que le está costando más de lo que esperaba terminarlo, pero lo que sí tiene claro es que en su lectura hará un llamamiento al apoyo a las tradiciones, en una época en la que según afirma él mismo, no sólo vivimos una crisis económica, sino también de fe. Calderón nació en el seno de una familia estrechamente unida al mundo cofrade. Su abuelo era capataz de la hermandad de la Soledad y su padre, actual presidente de la Agrupación de Cofradías, fue hasta el año pasado hermano mayor de esta Cofradía. Así, el pregonero de este año apunta que que era complicado no acabar “enamorado” de esta fiesta, en la que además participa activamente como capataz del trono de la Virgen de la Soledad, una de las procesiones que más seguidores congrega en la ciudad el Viernes Santo. Calderón afirma además que su profesión (es periodista) le ha permitido en los últimos años acercarse aún más a la Semana Santa de la ciudad y conocer más a fondo el resto de cofradías que salen en estación de penitencia durante estos días. “Gracias a mi trabajo he aprendido que todos tenemos mucho en común, aunque cada hermandad tenga sus particularidades y su propia grandeza”, señala. El pregonero de este año reconoce, no obstante, que la Semana Santa local vive altibajos, pero apunta que esto es algo que viene provocado por la evolución de la propia sociedad. “Es normal que haya épocas en las que la gente se acerque más a las procesiones que en otras, en cierto modo esto no deja de estar movido también por modas y cambios de gustos”, señala. A pesar de todo cree que la festividad está en un buen momento en Melilla, aunque sabe que hay cofradías que tienen que hacer un esfuerzo importante para poder salir a procesionar. El capataz de la Soledad señala que sería bueno que las cofradías dieran a conocer las actividades que realizan durante todo el año. Calderón insiste en que más allá de las procesiones de su semana grande, también realizan otras acciones, entre las que se encuentran colaboraciones con ONGs o intervenciones con los vecinos de los barrios donde se encuentra. “Estas actividades se hacen sin darles ningún tipo de publicidad y quizás los cofrades deberían plantearse darlas a conocer, para que la gente las sintiera más cercanas”, indica. El pregonero recuerda, no obstante, que no se puede olvidar que Melilla es una ciudad pequeña, con pocos habitantes y en la que un gran porcentaje de éstos no son cristianos, lo que también influye en que sea más difícil contar con cofradías grandes o que haya un gran seguimiento en la calle. A esto hay que unir además, apunta Calderón, la tendencia de los habitantes de la ciudad a aprovechar las vacaciones para salir de Melilla. “Es una pena que tanta gente se vaya. Ojalá se quedarán aquí para contribuir a engrandecer nuestra Semana Santa. La mayor alegría para un cofrade es salir a la calle y sentir el calor de la gente acompañando a su cofradía”, señala. Pero a pesar de las dificultades, este joven cofrade tiene claro que para él su Semana Santa “es la más grande”. Por eso afronta el reto de ser el pregonero este año con nerviosismo, pero también siendo consciente de que es un gran honor. “Siempre lo había visto como algo posible, pero nunca cercano”, señala, recordando que se trata de una gran responsabilidad. Desde hace varias semanas escribe, desecha y reescribe las partes de este discurso con el que espera que nadie salga decepcionado. “Todo está inventado, sólo quiero conseguir que la gente que espera que sea un buen pregonero no se decepcione”, afirma. La juventud de Calderón (aunque no es el pregonero más joven que ha tenido la Semana Santa de Melilla) le permitirá, además, darle un punto reivindicativo a su discurso. “No quiero ofender a nadie, pero sí recordar que todavía hay cosas en nuestra Semana Santa que se pueden mejorar y que hay que pensar en cambiar”, afirma. Esta misma semana tendrá el texto listo y en poco más de quince días lo leerá delante de cientos de melillenses, en su parroquia, la de su Cofradía, el Sagrado Corazón.

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