Editorial

Hay que felicitar a las jugadoras del Torreblanca

Toca hoy felicitar muy sinceramente y con toda la vehemencia del mundo a unas magníficas deportistas que son el orgullo de todos los melillenses. Se trata de las jóvenes del Torreblanca, que hicieron un inigualable papel durante el reciente campeonato de la Copa de la Reina hasta situarse en lo más alto cuando venció en la final al Navalcarnero por un contundente 9 a 5. Las crónicas lo dejan claro: fue enorme el fútbol sala que desplegaron todas y cada una de las jugadoras locales.

Las crónicas deportivas hablan de un "grandísimo espectáculo" y un juego de "altísimo nivel" el que exhibieron nuestras chicas y eso merece ser reseñado y enmarcado en negrita porque la hazaña de este grupo de mujeres es digna de toda alabanza. Hace apenas unos años, el deporte femenino apenas si se escuchaba en Melilla y en muy poco tiempo se ha convertido en todo un referente que seguramente servirá para que otras muchas jóvenes quieran iniciarse en esta disciplina, conscientes de que con empeño, esfuerzo y trabajo constante, todo es posible.

Es una inmensa alegría para toda la ciudad contar con un equipo de tanto éxito. Ahora solo queda que reciban todas las felicitaciones habidas y por haber, y que disfruten unos días del triunfo que han cosechado con su lucha y su decisión de hacerlo cada día mejor. Han demostrado claramente que con empuje, con valentía, con el foco bien puesto en los objetivos, todo es posible. Y eso es el deporte, la mejora constante y el sacrificio como señas de identidad.

Estas mujeres han personificado los valores que siempre se le suponen al deporte y lo han hecho hasta el final, hasta alcanzar la meta trayéndose a Melilla un prestigioso trofeo que vale más de lo que pueda pensarse en la medida en que lo enarbola un equipo muy joven de chicas a las que hay que reconocer un inmenso mérito después del duro trabajo diario que conlleva pertenecer a la plantilla de un club de fútbol sala.

Por eso no es extraño que el lunes se les recibiera en el aeropuerto con tanta alegría y emoción. Habían alcanzado un notable triunfo y sus familiares y amigos estaban deseando verlas en Melilla para darles el mejor de sus apoyos, la enorme felicitación que merecen y el reconocimiento que han cosechado por su propia valía.

Fue muy bonito verlas celebrar en la cancha de juego, contagiaban su entusiasmo después de ganar un partido que les salió perfecto gracias a un juego que iba engrandeciendo al equipo con el paso de los minutos hasta convertirlo en invencible. El resultado lo avala y por eso fue tan gratificante compartir con ellas la satisfacción que reflejaban sus rostros.

Ayer, además, fueron recibidas en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, quien no podía dejar pasar la ocasión de felicitarlas en nombre de todos los melillenses porque todos nos vimos reflejados en ellas cuando alzaron la copa que las encumbraba en este campeonato nacional.

 

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