Editorial

Hay que acabar con la impunidad de quien contamina

La Viceconsejería de Incidencias y Línea Verde, de Yonaida Sel Lam, ha presentado este jueves una campaña de concienciación para proteger nuestras playas de las colillas de tabaco, colocando una colilla gigante en la playa.

De manera generalizada la gente sabe que el tabaco mata y además, tampoco es bueno para el bolsillo. Pero los fumadores siguen sin entender que no pueden llenar la arena de colillas porque aparte de ser repugnante, nauseabundo y vomitivo, contamina. Las colillas tardan muchísimo en descomponerse y al final, perdemos todos: los que fumamos y los que no.

Somos muchos los melillenses a los que nos duele ver las imágenes de los voluntarios sacando bolsas llenas de basura de nuestras playas. Para evitar que eso pase hay que empezar por recoger nuestros deshechos y reciclarlos, pero también hay que intentar que quien tiene su toalla a nuestro lado no lo haga.

En tiempo de pandemia, si ibas sin mascarilla, la gente te miraba mal y hasta te reprendía por insolidario. Hay que conseguir que quienes contaminan sepan que no comulgamos con sus actos inmundos.

Melilla es pequeña y deberíamos tener la ciudad limpia como una patena. Sin embargo, por más que se esfuerzan los trabajadores de la limpieza no consiguen que la ciudad esté aparentemente limpia porque son más los que ensucian que los que cuidan.

Hasta que no entendamos que la ciudad es de todos, esto no va a cambiar. Los contaminadores tienen que notar nuestra repulsa. Y si para ello es necesario entrar en el terreno de las multas, habrá que empezar a sancionar. No es justo que la Ciudad, con presupuesto público, tenga que organizar limpiezas a fondo en determinados barrios donde los vecinos tiran la basura por doquier.

Hay que trabajar más en esas zonas porque no hacemos nada con limpiar hoy si mañana vuelven a estar como estaban.

Continuamente llegan a El Faro quejas de vecinos que en verano no pueden abrir las ventanas de sus casas porque colindan con solares convertidos en vertederos ilegales donde incluso hay quienes hacen sus necesidades fisiológicas.

Hay que acabar con la impunidad de quien contamina. Hay que convencer a la ciudadanía de que el que contamina, paga.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

15 horas hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

2 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

2 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

2 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

2 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

2 meses hace