Doce de los implicados en la ‘Operación Oculta’ han fallecido. Casi todos los que siguen vivos reconocen haber cobrado entre 1.200 y 6.000 € por la adopción irregular de 14 bebés y la venta de otros 28 marroquíes.
El Juzgado de Instrucción número de 2 de Melilla ha imputado a 31 personas en la ‘Operación Oculta’ de la Guardia Civil de la ciudad, que desde hace un año y medio investiga una trama de compra-venta de hasta 42 bebés en Melilla y Marruecos entre 1979 y 1985. A todos se les acusa de presuntos delitos de suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal y falsificación de documentos públicos. Algunos de los imputados cuentan con antecedentes policiales y judiciales. De ellos, doce han fallecido ya. Los que sobreviven tienen una avanzada edad o un delicado estado de salud, por lo que ninguno ha sido detenido, pero la mayoría reconoce haber formado parte de una red que se dedicó durante los años de la transición a captar en Valencia, Granada, Málaga, Gran Canarias, Cuenca y Palma de Mallorca matrimonios adinerados y sin hijos, a los que se les vendían bebés recién nacidos en Melilla o Marruecos por cantidades (en pesetas) que al cambio oscilan entre los 1.200 y los 6.000 euros.
El precio de los bebés dependía de si el recién nacido había venido al mundo en centros médicos marroquíes de Oujda y Nador, en domicilios particulares de la ciudad o en el hospital Militar o de la Cruz Roja de Melilla. También influía la situación económica de los padres y el sexo del bebé: La niñas eran más caras porque eran más demandadas por padres adoptivos.
El primer caso esclarecido
La ‘Operación Oculta’ es el primer esclarecimiento de una trama de compra-venta de bebés en España en la que se han identificado y localizado a 14 víctimas. Muchas de ellas no sabían que habían sido adoptadas por los que creían que eran sus padres biológicos.
La Guardia Civil también ha detectado 28 casos de lactantes procedentes de Marruecos que fueron vendidos en Melilla en la misma época y por las mismas personas. Los datos de algunos de ellos coinciden con los de algunas de las 14 víctimas identificadas, pero la Benemérita no ha podido comprobar al 100% si se trata de las mismas personas por lo que en principio estaríamos hablando de 42 bebés vendidos entre los años 1979 y 1985 (catorce por un lado y 28 por otro).
Según los datos que manejan los cinco agentes de la Comandancia de Melilla que participaron en la investigación, sólo una de las 14 víctimas fue arrebatada a su madre al nacer. El resto fue dado en adopción con el beneplácito de las progenitoras que, en ningún caso cobraron por entregar a sus hijos. Como mucho recibían los cuidados y manutención previos al parto y alguna compensanción económica “simbólica”.
Hasta un millón de pesetas
El dinero que movía la trama (entre 200.000 y un millón de pesetas) se repartía entre los que captaban a los matrimonios sin hijos en la península, los que trasladaban a las parejas a Melilla, los que les facilitaban la documentación de los niños, los que traían a los bebés o a las embarazadas de Marruecos y entre los facultativos y sanitarios que asistían a las madres en el parto.
Hay que tener en cuenta que en la cantidad de dinero que pagaban, unos 4.000 euros de media por bebé, entraba el viaje a Melilla y el certificado de nacimiento del niño, que luego permitía que los padres adoptivos inscribieran al recién nacido como hijo biológico. Este certificado costaba en torno a los 300 euros si tenían que ‘comprarlo’ en la península.
“Ha sido una investigación larga, laboriosa y con una fuerte carga emocional”. Así describía ayer la ‘Operación Oculta’, su responsable en la ciudad, el comandante de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, Arturo Ortega.
Tres hermanas marroquíes movían los hilos de la red que traficó con niños
Tres hermanas marroquíes, nacidas en Tetuán, constituyen la “pieza principal” de la ‘Operación Oculta’ que investiga desde noviembre de 2011 una trama que entre 1979 y 1985 traficó con niños recién nacidos en Melilla.
Dos de esas tres hermanas se establecieron en la ciudad por esa época. La otra, en Marruecos y era la que se encargaba de pasar los lactantes por la frontera y traerlos a Melilla, donde eran entregados a sus padres adoptivos con toda la documentación necesaria para que fueran inscritos como hijos biológicos.
Hubo casos en los que no se les facilitaba el certificado de nacimiento a los matrimonios que compraban los bebés, pero se les ofrecían contactos en la península donde podían ‘adquirir’ los papeles por 300 euros.
Una frontera sin rigor
El teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, aclaró al respecto que en los años 70 y 80 no existían los controles fronterizos actuales, lo que explica la entrada a la ciudad de al menos 28 lactantes nacidos en los hospitales de Oujda y Hassani de Nador. “En los años 80 el movimiento en la frontera era muy distinto. No había el rigor de ahora”, señaló ayer el alto mando de la Benemérita.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla encargada de la investigación ha localizado en Marruecos a una de las tres hermanas que movían los hilos de la red de compra-venta de bebés en la ciudad en los años 70 y 80. Otra ha fallecido y la tercera está ilocalizable. Al parecer podría haber cambiado de identidad. Ésta habría sido la que contactaba en Marruecos con madres en avanzado estado de gestación y con enfermeras, auxiliares y médicos de los hospitales de Oujda y Nador.
Al menos la que se ha localizado es una de las 31 personas imputadas en la ‘Operación Oculta’ que está en fase de instrucción en el Juzgado número 2 de Melilla.
Entre los imputados también hay médicos y matronas que siguen viviendo en Melilla aunque tienen una edad avanzada o un delicado estado de salud. Ya han muerto 12 de los imputados (tres de ellos, sanitarios). Alguno, incluso, murió durante el transcurso de la investigación.
Falleció además una religiosa de las dos que, según testimonios gráficos reunidos por la Guardia Civil, estuvieron relacionadas con la trama, pero a las que no se les ha podido vincular directamente. “Una de las víctimas nos enseñó fotos en las que salen las religiosas, pero no hemos podido vincularlas a la trama”, dijo el comandante Ortega.
Ninguna víctima en Melilla
Ninguna de las 14 víctimas de la compra-venta de bebés en Melilla localizadas e identificadas por la Guardia Civil tiene su residencia fijada en la ciudad.
Según explicó el comandante de Operaciones de la Guardia Civil de Melilla, Arturo Ortega, que ha estado investigando la red de tráfico de niños durante año y medio, en la trama “cada persona hacía su papel”. Había médicos que participaban en los partos, estaban los que “captadores” de matrimonios sin hijos dispuestos a comprar bebés, los intermediarios, los vendedores...
En principio, lo que está claro es que matrimonios con un alto poder adquisitivo, que no podían tener hijos, se hacían con los bebés de madres sin recursos de Melilla con la promesa de darle a los niños una vida mejor. En el caso de bebés procedentes de Marruecos, siempre era a cambio de dinero. Esa transacción económica se hacía en Melilla.
Para desentrañar los entresijos de la ‘Operación Oculta’, la Guardia Civil de Melilla centró la investigación en el registro de ingresos y maternidad de los hospitales de Melilla en el año 1979 y posteriormente en varios registros civiles de la península. En estos casos colaboraron las comandancias de la Benemérita de Granada, Málaga, Palma de Mallorca, Gran Canarias y Valencia.
La instrucción de la operación, que continúa abierta, se inició tras una denuncia de dos casos de Valencia, realizada en noviembre de 2011 por la Asociación de Afectados por las Adopciones Irregulares (Anadir). Esta denuncia de Anadir fue puesta ante la Fiscalía General del Estado por una presunta sustracción de recién nacidos o adopciones irregulares.
En este punto se inició una operación que ha culminado con éxito, pero que podría no tener consecuencias judiciales por la edad de los implicados. “Ya poco se puede hacer. Le queda poco de vida a los imputados”, apuntó a El Faro el comandante Ortega.
¿Han prescrito los delitos denunciados?
Mucho se ha debatido en España sobre si han prescrito o no los casos de bebés robados o dados irregularmente en adopción en nuestro país en los años anteriores a la Ley de Adopción de 1987. Fuentes de la Guardia Civil de Melilla, consultadas por El Faro, apuntaron al respecto que al menos el delito de detención ilegal que se le imputa a 31 personas que supuestamente estuvieron vinculadas a la trama, no prescribe nunca.
El debate está en torno a si los veinte años que la ley marca para que prescriba un delito se cuentan desde el nacimiento del bebé robado o dado irregularmente en adopción o a partir del momento en que éste se entera de que ha sido víctima del tráfico de niños.
El abogado almeriense José Luis Alabarce confirma este punto a El Faro: “La consideración de detención ilegal permanente, deviene de que no hay constancia de que en el momento actual la persona supuestamente sustraída, (ahora mayor de edad), tenga conocimiento de su identidad biológica”, es decir, que persisten los efectos del delito. También citó a El Faro el artículo 131 del Código Penal que aclara que en el caso de que la víctima sea menor de edad, la prescripción se computa desde el día en que ésta alcanza la mayoría de edad.
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