Hallan un cadáver en el acantilado, bajo el faro de Melilla La Vieja que puede ser menor

Las heridas que presentaba el cuerpo apuntan a una caída. Algunas fuentes afirman que el fallecido tenía entre 14 y 15 años y otras que podría tratarse de un adulto. El hallazgo se produjo ayer, pero el cadáver presentaba signos de descomposición por lo que la muerte fue anterior.

La Guardia Civil rescató ayer el cuerpo sin vida de un varón de origen magrebí que fue hallado en el fondo del acantilado bajo el faro de Melilla La Vieja.  El fallecido podría tener entre 14 y 15 años, según explicaron otros menores que fueron testigos del fatal suceso y conocían a la víctima. No obstante, la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, dijo a El Faro no tener constancia de que la persona fallecida en Melilla La Vieja fuera menor de edad, pues “parece adulto”. Otras fuentes cercanas al caso explicaron a El Faro que el fallecido puede tener entre 17 y 18 años y que si bien el cuerpo fue hallado ayer, la muerte pudo producirse uno o varios días antes.
Las primeras impresiones de los agentes que intervinieron en la localización y en el rescate del cadáver y a tenor de las lesiones que presentaba el cuerpo, apuntan a que la víctima pudo precipitarse al vacío desde la parte superior de la muralla de la ciudadela.
No obstante, la Policía Judicial de la Benemérita se hará cargo de las investigaciones que determinarán con más exactitud las circunstancias de la muerte, según explicaron desde la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla.
Pasadas las 17:00 horas de ayer, la Guardia Civil recibió la llamada de un ciudadano que alertó de la presencia de una persona “que parecía cadáver” en el fondo del acantilado, según explicaron desde la Comandancia.
Inmediatamente se desplazaron al lugar varias patrullas para comprobar la veracidad de los hechos. Los agentes activaron el protocolo correspondiente a estos casos y procedieron, junto con agentes del GEAS, al rescate del cuerpo una vez el juez de guardia y el forense ordenaron el levantamiento del cadáver.
Los primeros guardias civiles en acudir al lugar custodiaron el cuerpo hasta la llegada de los agentes del GEAS. Dos de ellos desembarcaron a pie del acantilado para proceder al rescate. El mismo entrañó cierta dificultad dado lo escarpado del terreno. Envolvieron el cuerpo con un sudario blanco y sobre una malla naranja trasladaron el cuerpo desde el fondo del acantilado hasta la lancha del GEAS. Pasadas las 19:00 horas, los agentes llevaron el cuerpo hasta las instalaciones portuarias.

Huyendo de la Policía
El suceso generó gran expectación entre los vecinos de Melilla La Vieja. Varias decenas de personas se acercaron a la muralla para observar el rescate realizado por la Guardia Civil. Al mismo tiempo patrullas de la Policía Local se desplazaron al lugar, donde ya estaban otras de la Benemérita.
Los agentes estuvieron especialmente vigilantes para que los curiosos no se asomaran demasiado al borde de la muralla ante el riesgo evidente de poner en peligro su propia integridad.
Igualmente, desde la parte superior de la muralla, agentes de la Benemérita tomaron fotografías del lugar de los hechos y del rescate.
Entre los curiosos se encontraba un grupo reducido de menores extranjeros no acompañados (menas), que son conocidos por los vecinos. Según la versión de estos menores, el fallecido era también menor y no estaba solo cuando se precipitó al vacío. Iba huyendo de la Policía, que estaba patrullando por Melilla La Vieja. Los menores escaparon en diferentes direcciones, algunos de ellos intentaron huir por el camino habitual por el que descienden el acantilado para dirigirse al espaldón del puerto: El lateral del faro de Melilla.
Siempre según la versión de estos menas, el fallecido tenía entre 14 y 15 años. Llegó a la ciudad hace dos semanas y había estado en el Centro de Acogida de La Purísima. Al parecer “tuvo problemas” y salió del centro. Vivía en la calle, si bien en dos ocasiones, la Policía le había interceptado y trasladado a La Purísima, donde “ya no era bien recibido”.  
Algunos vecinos de la zona, testigos a diario de cómo los menas sortean la verja instalada hace unas semanas en el lateral del faro de Melilla La Vieja, se lamentaban ayer del trágico suceso, teniendo en cuenta que los rumores sobre la identidad del fallecido en esos momentos apuntaban a que era menor de edad.
No obstante, fuentes cercanas al caso consultadas por El Faro no pudieron concretar la edad y la consejera de Bienestar Social también expresó sus dudas, pues el fallecido “parece adulto”, indicó a este diario.