Tuvo que ser trasladado al Hospital Comarcal porque su estado era crítico. Cayó desmayado tras ser rescatado por los guardias civiles de la aduana de Beni Enzar.
Los agentes de la Guardia Civil del puesto fronterizo de Beni Enzar descubrieron el pasado lunes a un inmigrante de 14 años que viajaba oculto en el depósito de combustible de un turismo. El menor tuvo que ser trasladado por una ambulancia al Hospital Comarcal en estado crítico. Cayó desmayado cuando los miembros de la Benemérita consiguieron sacarlo de habitáculo. Horas después, tras conseguir recuperarse, pudo recibir el alta médica.
Los hechos ocurrieron durante el control selectivo de vehículos que llevan a cabo los agentes destinados en la frontera. Inicialmente los guardias civiles no observaron ninguna anomalía durante la inspección del maletero y de la zona interior del vehículo, un turismo marca Renault, modelo 21, de color azul y con placas de matrícula marroquíes. En el coche viajaban cuatro jóvenes, todos ellos varones. Sin embargo, “un detalle de interés policial infundió sospechas al agente actuante”, señala la Comandancia de la Guardia Civil en su nota de prensa. Por ese motivo se procedió a llevar a cabo un examen más detallado, especialmente de los bajos del automóvil. Entre tanto, otros agentes procedieron al “aseguramiento” de los cuatro jóvenes que viajaban en el turismo.
Con ese reconocimiento más exhaustivo se pudo comprobar que se había modificado el depósito de combustible. Dentro, a través de una pequeña ranura, era posible observar que había una personas en su interior. Ante el riesgo de que esta situación suponía para la salud del inmigrante, los agentes procedieron de inmediato a tratar de extraerlo.
Refuerzos y herramientas
A pesar de sus esfuerzos, los agentes no consiguieron rescatar al joven. Por ese motivo, después de numerosos intentos infructuosos para retirar la chapa, fue necesario solicitar refuerzos y herramientas con urgencia. “Finalmente con una cizalla manual se pudieron cortar los tornillos de sujeción al chasis y dos de las bridas metálicas colocadas transversalmente, momento en que la persona que iba oculta cayó al suelo inconsciente”, relata el comunicado de la Guardia Civil.
El joven inmigrante, que necesitó asistencia médica, es un varón de gran envergadura. Su altura es de 1,80 m, aunque sólo ha cumplido 14 años, y es de origen subsahariano. En el momento de su rescate no portaba ningún tipo de documentación. Dijo que su país de procedencia era el Chad.
Una vez recuperado tras su paso por el hospital, fue conducido ante el juez de guardia en calidad de testigo. A continuación los agentes le trasladaron a las dependencias de la Policía Nacional para aplicarle la legislación vigente en materia de extranjería.
Ayer, una vez finalizadas las últimas diligencias, el conductor y los tres ocupantes del vehículo en el que viajaba oculto el inmigrante fueron puestos a disposición judicial como autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Los detenidos son jóvenes de entre 20 y 24 años, naturales y vecinos de la localidad de Nador. Ninguno de ellos tiene vinculación con Melilla.
El lugar elegido para ocultar al inmigrante, el depósito de combustible, podría haber hecho que el suceso terminara en tragedia. Este caso, señala la Guardia Civil, demuestra que las mafias que trafican con seres humanos no tienen escrúpulos y pueden llegar a poner “en riesgo cierto la integridad física” de los inmigrantes.
El vehículo funcionaba gracias a que se había utilizado como depósito de combustible la garraba que debía contener el agua del radiador. Cuando fue interceptado el vehículo, en el interior del recipiente sólo quedaba un litro de combustible.
Reanimado con primeros auxilios
Los agentes que rescataron al inmigrante tuvieron que reanimarle practicándole los primeros auxilios ya que, una vez fuera del depósito de gasolina, el menor cayó desmayado y vomitó en varias ocasiones. Los miembros de la Benemérita le auxiliaron y solicitaron con urgencia la presencia de los servicios sanitarios, que se personaron con prontitud y trasladaron al adolescente al Hospital Comarcal. Debido a su mal estado de salud, tuvo que ser ingresado, aunque más tarde, ese mismo día, recibió el alta médica tras comprobar los facultativos que se había recuperado totalmente, que su estado era bueno y que no presentaba complicaciones.
Su malestar se había debido al hermetismo del habitáculo en el que se había ocultado, a la falta de aire, al excesivo calor y a los posibles gases o vapores procedentes de restos de combustible que aún podían quedar dentro del depósito. Esas circunstancias contribuyeron al mal estado físico en que fue encontrado y a que cayera desmayado tras ser extraído del receptáculo.
El riesgo que tuvo que correr esta persona para conseguir entrar en Melilla demuestra la falta de escrúpulos de los delincuentes que se dedican al tráfico de inmigrantes.
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