-
La Feria del Libro deja un mal sabor de boca a libreros de arte; novela e infantil arrasan
Nunca llueve a gusto de todos. La Feria del Libro cerró ayer sábado con opiniones encontradas entre libreros y editores, según el género de los títulos que presentaban. Mientras que los vendedores de ejemplares de temáticas como el arte y la historia coincidían en que los resultados de ventas no eran tan buenos como los esperados, los libreros de novela generalista e infantil aseguraban estar contentos con la participación de los ciudadanos durante el evento.
Los resultados
La Feria del Libro se alargó de forma extraordinaria hasta las 15:00 horas de ayer sábado a petición de los libros, quienes quisieron aprovechar la mañana para acabar de redondear las ventas y dar un último impulso a su estancia en la zona peatonal de la calle General O’Donnell. Sin embargo, sólo ocho de los once puestos participantes decidieron prolongar su estancia en las casetas de venta y exposición.
Desde el Servicio de Publicaciones de la Ciudad Autónoma, Desiré Beltrán aseguró a El Faro que no se esperaba el nivel de ventas alcanzado y recordó que los libros más vendidos fueron una serie de cartografías y una guía de la Melilla modernista.
Nadia Hammú, de la Comisión Islámica, coincide en la buena participación de los ciudadanos en la feria, pero lamenta que “no lean tanto”, ya que “no han comprado muchos libros en general”. Hammú lo achaca a “una falta de promoción de la cultura literaria” por parte de la Ciudad y asegura que “hay que concienciar a la gente la importancia de la lectura”.
Los libreros plantean la instalación de toldos en
la calle para mitigar el calor el año que viene
Desde Librería Mateo, Maribel Castillo se muestra contenta por la venta de novelas y libros infantiles y manifiesta su intención de seguir participando en eventos de este tipo. Además, dice estar satisfecha con la ampliación al sábado para acabar de cerrar caja, pero pide que para la próxima ocasión pongan toldos para mitigar el calor .
Por su parte, Ramón Solar, de Editorial Almuzara, también considera positivo la ampliación de la feria y su traslado al centro y celebró el número de ventas, inesperado, al tratar especialmente temática andaluza e islámica.
La falta de fomento de la lectura, una asignatura
pendiente para mejorar el interés en esta feria
No dice lo mismo Fernando Martínez, de Círculo de Lectores, quien pone en duda que el cambio de la Plaza de las Cuatro Culturas a la zona peatonal haya mejorado la Feria del Libro. Martínez exhibe libros generalistas, pero muchos de ellos de temas especializados en cultura. Por ello se pregunta si “la gente no lee”. Con él coincide Rafael Vega, de Ra-Ma Libros. Este librero ofrece una gran variedad de libros de arte e historia, pero los resultados de venta no han sido los esperados.
Luis Castañeda, de la Papelería La Española, ofrece toda clase de libros generalistas e infantiles, pero dice que, aunque el nivel de venta ha sido bueno, sí que ha sido más flojo en comparación “al año pasado, cuando estábamos en la Plaza de las Cuatro Culturas”.
Una feria poco accesible
“Las casetas son demasiado altas para que las personas en silla de ruedas puedan ver los libros que se exponen”. Esta es la principal queja que realizó Nadia Hammú, de la Comisión Islámica, cuando comentó la necesidad de instalar mesas bajas, como la de la foto, para que todos los libreros pudieran mostrar sus libros a personas con movilidad reducida.