Ha muerto en Caracas, donde residía, Carlota Leret O'Neill, Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla en 2020 en reconocimiento de su lucha por la Memoria Histórica. Contaba con 92 años de edad y era hija del aviador militar Virgilio Leret, el primer oficial que fue asesinado al inicio de la Guerra Civil española en el año 1936.
Carlota Leret O’Neill era una niña cuando la sublevación del 17 de julio de 1936 la sorprendió a ella y a su familia en Melilla. Su padre, el capitán Virgilio Leret, mandaba la base de hidroaviones de El Atalayón y fue fusilado por los golpistas. Y su madre, Carolina O’Neill, fue encarcelada en el fuerte de Victoria Grande, donde permaneció presa hasta 1940. Allí escribió un libro de poemas, ‘Romanza de las rejas’, que fue editado en España en 2015.
El libro, presentado por la propia Carlota Leret en nuestra ciudad hace siete años, habla de lo ocurrido entre 1936 y 1940, cuando su madre estuvo presa en el Fuerte de Victoria Grande después del golpe militar contra el gobierno de la República. Su padre era el jefe de la base de hidroaviones de El Atalayón y ése fue el único grupo militar que se enfrentó a los sublevados en Melilla. "Aquello fue lo que yo llamo la primera batalla de la Guerra Civil, porque es la única unidad armada que les hace frente el 17 de julio del 36", señaló la propia Carlota Leret a El Faro cuando estuvo en la ciudad para presentar el libro.
"Mi madre, mi hermana y yo estábamos en Melilla para pasar el verano. Hacía 15 días que habíamos llegado cuando se desata el horror de la Guerra Civil. En la base faltaban muchos oficiales que estaban de vacaciones por el verano. Tampoco tenía operativos los aviones porque los habían mandado a desmontar y arreglar los motores. Por eso, mi padre tenía poca fuerza operativa para enfrentarse a la rebelión.
Se enfrenta a los sublevados y tiene que rendirse porque se les acaban las municiones. Al amanecer del día siguiente, sus compañeros militares lo fusilan. Mejor dicho, lo asesinan, porque no se le sometió a un consejo de guerra, como me dijo un militar que conozco".
Mientras, la familia se encontraba bajo la custodia del capitán Soler en la base. "Un militar se acercó y le dio un papel a mi madre. En él, le decía: “Usted corre peligro. Le ofrezco que se queden en mi casa”. Ella pidió permiso a Soler y fuimos las tres a ver la casa. A mi madre le pareció bien y dijo al anfitrión que volvería con el equipaje. Pero no volvió. En la base, un hombre vestido de civil le dijo a Soler que había que detenerla porque era “peligrosa”. Ese hombre era el jefe de Falange, Manuel Requena".
Lo sucedido con su padre y el encarcelamiento de su madre causó un auténtico trauma en Carlota Leret, que años después, en 1949, abandonaba España para instalarse en Venezuela. Fue autora del libro "Una mujer en la Guerra de España", donde contó toda su experiencia durante la guerra civil.
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