Gutiérrez califica de “anécdotas” las palabras del primer ministro marroquí

Abdelilah Benkirán afirmó que su único parecido con Rajoy era la barba blanca una frase que según el diputado electo “no hay que darles mayor importancia”.

El diputado electo del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez, restó ayer importancia a las palabras del recién nombrado primer ministro de Marruecos, Abdelilah Benkirán, en referencia al próximo presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, y dijo que son solo “anécdotas que se curarán con el tiempo y viajando”.
Hace unos días, y a preguntas de los periodistas, el primer ministro marroquí afirmó que su único parecido con Rajoy era su barba blanca.
Para Gutiérrez, estas declaraciones “hay que encuadrarlas en el marco que están, es decir, que son fruto de políticos que alcanzan el poder por primera vez, pero que después se van moderando con el tiempo. Son brindis al sol”, remarcó.
Y ahondando en este asunto afirmó que “es natural que un primer ministro, de un partido como es Justicia y Desarrollo, en unas circunstancias de primerizo, en el sentido de unas elecciones con cierto barniz democrático responda a cuestiones que son de argumentario”, remarcó.
Y en ese tono de restarles importancia, el diputado electo señaló en declaraciones a El Faro que lo que a él le “ocupaba” eran las palabras del PP y Mariano Rajoy, “quien ha demostrado ya, con el diálogo, un talante especialmente negociador, como se ha visto con los sindicatos y los empresarios”.
Además, se mostró confiado en que tanto el próximo presidente de la Nación como el futuro Gobierno del PP “va a procurar todas las mejores relaciones con Marruecos, lo cual es muy importante y muy saludable para los españoles en general y los melillenses en particular”.
“Deseamos que estas relaciones sean como siempre, de dos vecinos que por encima de determinadas circunstancias puntuales están no sólo obligados a entenderse, sino que son aliados y evidentemente,  forman parte de una misma entidad y de una misma situación como puede ser España dentro de Europa y Marruecos con un tratado muy preferencial”.
Respecto a qué posibles cambios se podrían producir en las relaciones entre la Ciudad Autónoma y Marruecos, Gutiérrez manifestó que “con Rajoy Melilla va a tener el compromiso político en todos los órdenes del futuro Gobierno del  PP” y aseveró que veía “muy saludable” que se mantuvieran las relaciones con el mismo ‘status quo’ que hasta ahora y “profundizarlas en unas verdaderas políticas de buena vecindad”.
Gutiérrez afirmó que con el nuevo Gobierno del PP “podemos tener la certeza de que habrá una política de templanza, de buena vecindad, de comprender el valor geoestratégico tanto de Marruecos como de Melilla” y que por tanto, se iba a “profundizar en unas relaciones de países que comparten intereses comunes, estratégicos e iguales alianzas”.
En este mismo sentido deseó que fuera la relación de Marruecos con España a partir de ahora, “pues también tiene que tener en cuenta que este primer brote de primavera democrática –en referencia a las elecciones en el país vecino–, donde ha salido un partido islamista moderado,  tiene que ser un aviso a las estructuras más cercanas al Rey alauita” y añadió que “cuando se vaya profundizando en el largo camino que todavía les queda para parecerse a una democracia occidental debe servirles para no caer en ningún tipo de bandazos o de extremismos, donde el primer perjudicado de cara a sus intereses económicos, principalmente, y de vecindad, sería Marruecos más que Europa y Mellilla”.

Comicios: “Un punto de partido y no de llegada”

Gutiérrez afirmó respecto a las recientes elecciones en Marruecos y en “una primera impresión de urgencia”, que le parecía “insustancial” el nombre del primer ministro. “Todavía le queda a Marruecos un largo trecho”, aunque reconoció que es “un primer paso para equipararse a un gobierno de corte occidental”.
Para el diputado electo por Melilla, el hecho de que “los escaños hayan sido milimétricamente salidos para que no haya una mayoría suficiente parlamentaria”, implica que todavía le queda a Marruecos “un plazo bastante importante que recorrer”, aunque deseó que se “transite con rapidez y no defraude las expectativas con las que tanto los marroquíes como la opinión pública en general han acogido estas elecciones”.
Por ello pidió tiempo para dejar actuar tanto al nuevo primer ministro como al gobierno que nombre para poder hacer un análisis. “Veremos a lo largo de todo el proceso si las elecciones no han sido nada más que una mera cosa cosmética o, por el contrario, un paso importante para parecerse, cada vez más, a las democracias occidentales y sobre todo al mundo europeo, del que es socio preferente”.
“Me me gustaría que estos comicios no fueran una actitud cosmética del régimen de Rabat y sean un punto de partida y no de llegada para el desarrollo político y de todo tipo de Marruecos”, concluyó.