La asociación ecologista celebra la predisposición de José Ángel Calabuig para atender sus demandas y comienza a realizar sugerencias sobre la conservación de las LICs.
Meses después de la aprobación inicial del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORNG) y de que el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, “tendiera la mano a Guelaya”, la asociación ecologista señaló en nota de prensa que aún están a la espera de que se les entregue la documentación necesaria para evaluar dicho proyecto, la cual solicitaron el pasado mes de mayo.
“Tras las elecciones locales nos dirigimos a la Consejería de Medio Ambiente para solicitar información sobre las iniciativas que estaba llevando a cabo en materia de conservación de la biodiversidad, en el marco de una campaña nacional de Ecologistas en Acción, en la que se solicitó dicha información a todas las autonomías. La petición de información se reiteró en el mes de junio”, detallaron desde la asociación ecologista.
Del mismo modo, explicaron que en el mes de julio, y ante la falta de respuesta a los escritos, decidieron hablar con el consejero de Medio Ambiente, exponiendo la petición de información, la falta de respuesta a sus demandas y su intención de dialogar sobre éste y otros asuntos medioambientales.
“Sabíamos que hasta el momento han existido grandes discrepancias de criterios entre la Consejería y Guelaya-Ecologistas en Acción, pero no por ello podemos negar la posibilidad de llegar a acuerdos y consensos en temas como la conservación de la biodiversidad, que son responsabilidad de todos, tanto personas como instituciones”, señalaron.
Además recalcaron que las declaraciones posteriores del consejero, que reflejaron la conversación mantenida, fueron valoradas por la asociación. “Como consecuencia de ello, durante el verano y hasta la actualidad, hemos estado intercambiando información con el equipo técnico que redacta el Plan de Ordenación de Recursos Naturales e igualmente hemos sido invitados por la Consejería a participar en audiencia, junto a otros agentes sociales, en la redacción del Plan”.
Además, destacaron que hace diez días, mediante escrito enviado vía registro y también en mano, presentaron sus conclusiones y propuestas a la Consejería.
En primer lugar, valoraron la redacción del Plan por constituir “una herramienta imprescindible” para el futuro de la conservación de la biodiversidad en Melilla.
“Coincidimos con una parte de las iniciativas que en él se incluyen, que en algunos casos son reivindicaciones históricas de Guelaya”, afirmaron.
No obstante, destacaron que también tenían críticas que hacer. “Existen dos problemas que queremos poner encima de la mesa, el primero trata sobre la documentación que nos han transmitido, ya que falta casi todo sobre la LIC marítimo-terrestre de los acantilados de Aguadú. De esta manera, al faltar dicha información ambiental no se puede realizar un diagnóstico de amenazas, o propuestas de zonas periféricas específicas en la costa”, explicaron.
Por último, plantearon el problema de que la legislación de referencia deja bien claro que desde el mismo momento en que se comienza con la tramitación de la conversión de las LIC en ZEC, las actuaciones públicas o privadas que se realicen en los espacios afectados no pueden implicar daños a la biodiversidad.
La asociación quiso hacer pública su preocupación, incluida en las alegaciones presentadas, por las actuaciones que se están realizando en la LIC del barranco del Nano, que están produciendo un impacto ambiental negativo, como la apertura de una pista por donde pueden pasar coches, en espacios en donde existía un sendero balizado iniciativa de Guelaya o una zanja que atraviesa terrenos repoblados levantando la vegetación en lugar de hacerlo por vías alternativas, utilizando además máquinas pesadas que no pueden evitar producir daños a su paso.
“Cualquier proyecto diseñado para su realización en las LIC debería ser revisado de acuerdo a los planes técnicos actuales, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad”, añadieron.
“Por ello, creemos necesario que cualquier actuación que se realice en el espacio ocupado por las LIC, o sus zonas periféricas, debe pasar por un nuevo examen de impacto ambiental, y en el caso de que la actuación vaya contra cualquiera de los objetivos establecidos por los planes técnicos de conservación actualmente en discusión, deberían ser paralizadas de inmediato”, concluyeron.