Ante la cercanía de las elecciones autonómicas, que se celebrarán el próximo mes de mayo, la asociación ecologista Guelaya ha presentado una serie de propuestas, ya que dicen que "este sería un momento idóneo para que los representantes políticos se comprometan con ellas".
Desde la entidad dicen que estas son una medidas concretas que van "en pro de una ciudad más sostenible".
"El Plan Estratégico que se aprobó contempla unos objetivos ambientales que Guelaya firmaría como propios sin ninguna duda, pero la realidad es que las actuaciones que se aprueban en la ciudad están muy alejadas de los mismos", afirman desde la organización.
El primer punto que quieren abordar desde Guelaya es el relacionado con el agua y los recursos hídricos de Melilla.
Desde la asociación animan a que el consumo se reduzca a la media nacional, ya que dicen que "no se puede asumir en Melilla un gasto de 400 litros por persona", mientras que en el resto del país "aproximadamente se consumen 136 por cada ciudadano".
Guelaya, por tanto, apuesta por "aumentar la producción del terciario de la depuradora de forma que se garantice agua suficiente para riegos, baldeos y campo de golf".
"No debe sacarse agua de los acuíferos para estos menesteres. El campo de golf se está regando, mayoritariamente, con agua de un pozo ubicado en sus instalaciones cuando el compromiso era hacerlo con agua procedente, exclusivamente, del terciario de la depuradora", añaden.
Así pues, desde la asociación piden que se garantice la "recuperación de los acuíferos tras la puesta en marcha del cuarto módulo de la depuradora".
El siguiente apartado considerado de especial interés para la entidad ecologista es el de la energía y pide que se apueste más por las fuentes renovables con la implementación, por ejemplo, de placas fotovoltaicas en los edificios públicos.
"No se puede declara públicamente que se está muy a favor de las energías renovables y no predicar con el ejemplo", insisten.
Desde Guelaya reclaman que se presupuesten, al menos, un millón de euros para subvencionar las instalaciones fotovoltaicas remarcando, además, que llevan años pidiéndolo.
"Si esto se hiciera así, en 10 años tendríamos una producción energética limpia de contaminantes de casi la mitad de la electricidad consumida en Melilla", destacan desde la asociación.
Según dicen desde la entidad, "muchas viviendas no disponen de techos para poner placas", pero "se pueden poner masivamente en colegios, institutos, naves industriales y similares" para funcionar como comunidades energéticas que "alimenten a los edificios colindantes".
Por otro lado, desde la organización también apuntan que medidas como estas ayudarían a reducir las emisiones contaminantes de Endesa en un 50% para el año 2030. Además, también dicen que incluir mejoras técnicas para que el suministro eléctrico de Melilla viniese de fuentes como el hidrógeno verde.
Por otro lado, en relación a esto, también apuestan por poner en marcha ciclos formativos para la instalación y mantenimiento de estos sistemas.
Desde la asociación también piden un mejor trato para las zonas verdes de la ciudad y señalan que "este año 2023 se debe desarrollar la normativa a que obliga la ley, especialmente el Plan Director y de Gestión del Arbolado y el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares".
"En esta normativa debe recogerse la prohibición de apear árboles por la construcción de edificios con balconadas que invadan el espacio de la copa del árbol y se debe garantizar la protección del arbolado de los cuarteles que el Ministerio de Defensa ha cedido a la Ciudad", añaden.
Además, añaden que las podas de los árboles deben dejar de ser "meramente ornamentales y limitarse a que se hagan cada 3 meses".
"Cualquier obra de la Consejería de Fomento deberá contar con el visto bueno previo de la Consejería de Medio Ambiente", insisten.
Otra de las preocupaciones que expone Guelaya es la gestión de residuos y señala que "durante este año se debería poner en marcha un plan de recogida selectiva de basura orgánica".
"La normativa obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a la recogida selectiva de residuos orgánicos en 2023. Se deben utilizar para obtener biogás o producir compost", destacan desde la entidad.
Entre sus propuestas relacionadas con este tema desde la asociación ecologista proponen un control efectivo de las bolsas de plástico, la construcción de una planta de biogás, la puesta en marcha de un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) y un plan de vigilancia, sanción y retirada sistemática de escombros.
En cuanto a la movilidad, desde Guelaya apuestan por una forma de moverse en Melilla que sea menos contaminante y que se incluya la Plaza de España en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), ya que, desde la asociación apuntan que "es la parte más contaminada del centro modernista".
Por otro lado, también piden que se instalen más plazas peatonales y zonas de juegos infantiles en todos los barrios de la ciudad, añadiendo que "deben ser zonas verdes y seguras". En relación a esto también piden la creación de corredores verdes que fomenten el desplazamiento a pie, disminuyendo así el uso del coche.
En este punto, Guelaya también demanda un transporte público que "garantice la conexión con todos los barrios y tenga una frecuencia de paso adecuada".
La entidad ecologista también muestra su preocupación por el efecto del cambio climático en Melila y, por tanto, considera necesario establecer un "plan de actuación".
Además, esto, en su opinión, debería ir acompañado de una Oficina de Cambio Climático que "establezca objetivos y plan de trabajo para todas las Consejerías y que coordine las actividades".
Guelaya también pide el "cumplimiento de la normativa que obliga a la puesta en marcha de los planes de gestión" que se ocupan de la "protección, conservación y recuperación de las especies autóctonas y/o protegidas y de eliminación de invasoras".
Para ello ven necesario destinar una partida presupuestaria para ello además de la construcción de un emisario que "aleje de la costa la salmuera procedente de la desaladora".
En cuanto a los distintos tipos de contaminación que existen en Melilla, desde la asociación ecologista proponen establecer "un plan de actuaciones y calendario para reducir las emisiones contaminantes un 50% en 2030".
Estas medidas irían acompañadas de la instalación de medidores de contaminación tanto atmosférica como acústica.
El río melillense también entra dentro de las propuestas de la entidad y por ello solicitan "extender su renaturalización del río de Oro hasta su desembocadura mediante un proyecto de similares características al que se está desarrollando en la cabecera del río" eliminando la alcantarilla que "impide que el río desemboque en el mar".
Por último, desde Guelaya también quieren poner especial atención en la educación ambiental de los más pequeños con el desarrollo de "programas anuales de visitas guiadas de los escolares al Barranco del Nano y río de Oro para el reconocimiento de especies autóctonas, protegidas e invasoras".
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