Categorías: Medio ambiente

Guelaya le declara la ‘guerra’ a los langostinos tropicales estas fiestas

La asociación inicia una campaña para informar a los consumidores de que este producto “contiene sustancias químicas nocivas y empobrece a comunidades locales”.

La asociación melillense Guelaya – Ecologistas en Acción ha decidido hacerle la ‘guerra’ a uno de los platos más típicos en estas fiestas navideñas: Los langostinos, en concreto los tropicales. Según afirma dicha agrupación medioambiental en una nota de prensa, este producto tan tradicional contiene sustancias químicas nocivas para la salud humana, mientras que su pesca supone un “grave” impacto ambiental que “empobrece a comunidades locales”.
Por estas razones, Guelaya ha puesto en marcha una campaña con el fin de informar a los consumidores. “Con la Navidad se incrementa la venta de langostinos tropicales, pero son pocos los  que conocen al detalle lo que provoca la compra de estos mariscos”, señalaron desde la asociación medioambiental.
Según los ecologistas, el langostino cultivado se ha convertido, en términos de valor, en el principal producto del comercio internacional de la pesca. En el mar se captura con técnicas de arrastre que destruyen los fondos marinos. “Se trata de un método tan poco sostenible como sería cazar hormigas con tractores”, aseguraron.
En la misma línea, remarcaron que la producción en piscifactorías de este producto afecta gravemente a las costas de países tropicales en vías de desarrollo, como es el caso de Ecuador, Honduras, Tailandia o Vietnam. “Allí se instalan grandes piscinas que provocan la deforestación de amplias zonas verdes y la contaminación de ríos y estuarios”, terciaron los ecologistas.   Además, remarcaron que esta práctica hace desaparecer los manglares, unos ecosistemas costeros de alto valor ambiental y social.
Los integrantes de Guelaya aseguraron que los langostinos tropicales también pueden ser perjudiciales para la salud. “Llegan a los supermercados, congelados, enmascarados con la etiqueta ‘ecológica’ y llenos de sustancias químicas”, afirmaron.
“Se les inyectan muchos antibióticos y conservantes para que puedan resistir mejor el largo viaje”, abundaron. “De este forma, cuando llegan a los supermercado ofrecen una apariencia fresca y saludable que no se corresponde con la realidad”.

Impacto económico

También destacaron el impacto negativo que tiene la producción de langostinos en el desarrollo económico y social de las comunidades donde se cultivan. “Muchos pueblos se han visto obligados a abandonar sus territorios. Se acumulan las injusticias, incluyendo graves violaciones de los derechos humanos”, añadieron desde Guelaya.
Para mantener informados a los consumidores, la asociación ha iniciado una campaña que incluye un vídeo y una canción. Ambos están disponibles en la página web de Ecologistas en Acción (www.ecologistasenacción.org). “Sólo queremos recordar las consecuencias del consumo de langostinos tropicales. Llamamos a los españoles a sacar este producto de sus platos de Navidad. Si durante estas fiestas se quiere consumir pescado o marisco, lo mejor es apostar por alimentos procedentes de las pesquerías de bajo impacto ambiental de nuestro litoral”, recomendaron.

Consejos y sugerencias para celebrar una Navidades ‘verdes’.

La asociación Guelaya – Ecologistas en Acción está decidida a que estas Navidades sean las más sostenibles de la historia. Por ello, la organización ha recogido una serie de consejos para celebrar estas fechas tan señaladas “sin perder la cabeza, la cartera o la razón”.
Las sugerencias comienzan por la mesa. Guelaya recomienda “comer cosas ricas” y recuperar costumbres de antaño. “Esta Navidad podría ser un buen momento para apostar por productos locales y tradicionales, como el cardo de navidad o la lombarda con manzanas. Una oportunidad para sacar de tu plato alimentos con un gran impacto ambiental y social, como los langostinos tropicales”, señalaron.
Los clásicos regalos también son objeto de esta peculiar campaña navideña. Por ello, los ecologistas sugieren regalar “tiempo, emociones y buenas ideas”, cosas hechas a mano, productos de cooperativas o mercados de trueque, como libros. “No te dejes convencer de que las muestras de cariño tienen precio y salen en los anuncios”, apuntillaron.
En cuanto a la decoración, Guelaya pide originalidad y sensatez. “Los árboles no han perdido nada en el salón de tu casa y las luces brillan mejor si se usan con moderación”, destacaron.
Incluso el descontento social tiene cabida entre las recomendaciones de los ecologistas, que piden cantar temas navideños convertidos en canciones protesta “frente a las injusticias que nos han enfadado todo el año”.

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