El colectivo ecologista Guelaya ha asegurado este lunes que el vertido de basuras y escombros en la periferia de nuestra ciudad "está fuera de control". "Basta dar un paseo por la pista de carros, los alrededores del polígono SEPES, las explanadas, los cauces de los arroyos o la plataforma de baño de Aguadú para comprobar que los vertidos son continuos y que, aunque se limpien, vuelven a aparecer enseguida", apunta para dejar claro que Melilla "tiene un problema" con este asunto.
Además, recuerda que Guelaya lleva años solicitando a la Consejería de Medio Ambiente un plan de vigilancia, sanciones y limpieza sistemática de estas zonas. "Ni antes ni ahora han atendido nuestra petición", asegura el colectivo.
En ese sentido, señala que no sólo la periferia de la ciudad es un foco de suciedad sino que cualquier solar del centro de Melilla se convierte en un vertedero. "Las calles se mantienen más o menos limpias, pero a base de limpiezas muy frecuentes. Tenemos una combinación de factores perversa: ciudadanos que tiran de todo al suelo y gestores municipales que no son capaces de poner remedio al problema. Lamentablemente, Melilla es una ciudad sucia", insiste.
Para los ecologistas de Guelaya, los datos de la política de residuos de la ciudad "son muy preocupantes". "Según las cifras de Ecoembes y de la Consejería de Medio Ambiente, en 2021 en Melilla se recogía un 62,8% menos que la media de España en el contenedor amarillo y un 29,8% menos en el contenedor azul, tenemos mucho que mejorar".
La Unión Europea pretende que en 2035 la cantidad de basuras que llegue a los vertederos sea como máximo un 10%, es decir, que el 90% de los residuos se reutilicen o reciclen. Como paso intermedio ha puesto la fecha de 2025, que está a la vuelta de la esquina, para conseguir que el 55% de los residuos se reciclen o reutilicen. La tasa de reciclado en España no llega al 35%, y la de Melilla está aún muy lejos. "Somos europeos para pedir subvenciones, pero no cumplimos con las normativas de sostenibilidad", lamenta.
"Para presionarnos a cumplir con los objetivos en Europa se hacen leyes, que se trasponen a España. Desde Enero de 2024 todos los municipios de más de 50.000 habitantes debíamos haber dispuesto de la recogida separada de residuos domésticos orgánicos, es decir, de las basuras de casa tendríamos que separar todos los restos de frutas, verduras, pescados y carnes y echarlos a un contenedor especial".
Según Guelaya, para aprovechar estos restos tendrían que haberse habilitado plantas de compostaje y/o de biogás. "Además de aprovecharlos los quitaríamos de llevarlos a la incineradora, con lo que ahorraríamos mucho en energía y en contaminación; recordemos que la incineradora es la tercera fuente de contaminación atmosférica de Melilla. Pues bien, hemos comprado los contenedores para separar la basura orgánica, que son los de color marrón, pero nadie ha dicho nada de separar esta basura, ni se han hecho plantas de biogás o compostaje. Toda la basura, incluida la orgánica se sigue quemando. ¿Tendrán la desfachatez de hablar después de economía circular?", se pregunta.
"Melilla necesita una política de residuos potente. Tenemos políticos bien pagados, esperemos que muevan ficha", finaliza.
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