Guelaya afirma que el nuevo Plan Hidrológico intenta que el río de Oro “desaparezca”

La ONG apuesta por regenerar los alrededores de los cauces con vegetación autóctona en lugar de “taparlos con una losa de hormigón”.

Guelaya-Ecologista en Acción aseguró ayer que el nuevo Plan Hidrológico de Melilla  intenta que el río de Oro “desaparezca” de la geografía española. Afirma, a través de un comunicado, que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) defiende que este cauce esté tapado por una losa de hormigón, en lugar de intentar regenerar las zonas naturales que hay alrededor de este río y de sus afluentes.
La ONG explica que ha presentado varias alegaciones a la Confederación con el objetivo de que conozca otras vías para tener en cuenta en el nuevo Plan Hidrológico de la ciudad.
Guelaya asegura que esta entidad justifica que el río debe cubrirse por varios motivos. En primer lugar, la Confederación detalla que tanto los cauces del río de Oro y de sus afluentes se han visto “alterados morfológicamente debido a la canalización y a la modificación de su trazado original cerca de la desembocadura”. Esto ha provocado que pierda los ecosistemas originarios que estaban alrededor del río, explica la CHG en un documento público en el que se recogen los principales temas del Plan Hidrológico de Melilla, según la ONG.
Otro de los factores por los que la Confederación apoya que se cubra el río de Oro es por la acumulación de residuos sólidos procedentes de las poblaciones cercanas. Sin embargo, Guelaya-Ecologistas en Acción no está de acuerdo con que estos motivos deriven en que el caudal deba taparse con “una losa de hormigón”.
La ONG discrepa con la CHG y resalta que “es disparatado convertir un río en un canal de desagüe sobre una losa de hormigón que vaya a un sumidero a 100 metros de su desembocadura”.

Las propuestas de la ONG
Guelaya-Ecologistas en Acción explica que “sería razonable” que se ampliara la desembocadura del río para aumentar su caudal de salida en caso de inundaciones. Sin embargo, apunta a que las tendencias de las administraciones son mantener la naturaleza de los cauces y dejar que se regeneren solos.
“La conservación de la biodiversidad se realiza no solo hacia los hábitats, sino hacia las especies y no se pueden destruir los escasos espacios para especies autóctonas que existen porque están protegidos por la Ley de Biodiversidad”, aclara la ONG que se pregunta si la CHG prevé encauzar el río Nano, a pesar de que está sometido a medidas de conservación.
La organización reclama una gestión de mantenimiento y vigilancia de cauces y que ésta sea permanente. También resalta que se deben castigar los vertidos de escombros y residuos en estas zonas.
Además, Guelaya-Ecologistas en Acción destaca que la Confederación debe promover la reforestación de los cauces de estos ríos, pues afirma que es una medida de control de avenidas e inundaciones de agua.

Las conclusiones
La ONG detalla en su alegación a la CHG que la problemática ambiental que se ha dado en el arroyo Tigorfaten se debe a que la vegetación autóctona fue sustituida por otra “invasora”, es decir, que eliminaron las adelfas y tarajes por las acacias. Guelaya-Ecologistas en acción se muestra contrario a que los cauces de los ríos se reforesten con vegetaciones que son de la zona y afirma que hay que luchar contra este tipo de prácticas que no ayudan a regenerar ecosistemas en lugares degradados.
Para los ecologistas, la solución para el río de Oro y sus afluentes sería regenerar los cauces con especies autóctonas. Muchas de ellas están en el status de conservación del catálogo español de especies amenazadas, como son las espadañas, los carrizos, el martín pescador, la garceta común, el buitrón, la lechuza común, la culebra viperina, el galápago leproso, el camaleón común y la tortuga mora, entre otros.
Por último, Guelaya-Ecologistas en Acción destaca que conservar la vegetación alrededor de los ríos crea zonas de ocio paralos melillenses, además de ayudar a encauzar las inundaciones y avenidas de agua.