La asociación recomienda no someterse “a la dictadura publicitaria de la Navidad”. Durante todo el año, y especialmente en fechas señaladas como las fiestas navideñas, los ciudadanos se lanzan a las calles a comprar regalos, algo que, según la asociación Guelaya - Ecologistas en Acción, se hace “atendiendo a los mensajes lanzados por unas campañas publicitarias que comienzan con más de un mes de antelación”.
En opinión de dicha agrupación , este “consumismo sin sentido” promueve un modelo insostenible desde el punto de vista ambiental y social. “Si el modelo de consumo de los países del norte se extendiera por todo el mundo serían necesarios tres planetas, con sus materias primas, fuentes energéticas y demás, para atender la demanda. Sólo un 12% de la gente que vive en Norteamérica y Europa occidental es responsable del 60% de ese consumo, mientras que los que viven en el sudeste asiático o en el África subsahariana representan sólo un 3,2%”, argumentaron desde la asociación.
Por eso, desde Guelaya - Ecologistas en Acción proponen una serie de alternativas para celebrar estas fiestas de un modo más sostenible, sin olvidar que el mensaje principal que la asociación quiere poner de manifiesto es que es imprescindible una reducción en el consumo si se quiere poner freno al deterioro ambiental y social.
“El comienzo del año anuncia una nueva fecha emblemática para estas fiestas entrañables, los Reyes Magos. Por eso, todavía no hemos terminado de consumir, especialmente en juguetes”, subrayaron desde esta organización. “El bombardeo publicitario no olvida a los más pequeños de la casa y crea para ellos un montón de anuncios. Muchos padres y madres, sometidos a la presión de sus hijos, acaban por convencerse de que para demostrar lo mucho que les quieren les tienen que comprar más regalos y terminan sometiéndose a la dictadura de la publicidad olvidando alternativas de consumo más justas social y ambientalmente”, agregaron.
Así pues, sugieren alternativas como buscar juguetes de artesanía local, no comprar productos embalados, asegurarse de que no son sexistas ni bélicos, buscar aquellos que estimulen la creatividad, no comprar juguetes que usen pilas y garantizar que sean adecuados a cada tipo de edad.