Guelaya aboga por reducir el consumo de agua antes que ampliar la desalinizadora

Critica el Plan Hidrológico de Melilla porque apuesta más por el sistema de producción de agua “más caro” y el más “insostenible”.

La asociación ecologista Guelaya informó ayer de las alegaciones que han presentado al Plan Hidrológico de Melilla sobre el documento ‘Esquema previo de temas importantes’. Las propuestas que la organización ha realizado se recopilan en tres ejes: El suministro y explotación de aguas, la conservación de cauces y el río de Oro y la calidad de las aguas costeras. Respecto del primer apartado, Guelaya critica que se dé prioridad a la producción de agua en la planta desalinizadora, cuando es el sistema “más caro” y a la vez “insostenible”. Por ello, la entidad cree que las autoridades locales deberían invertir más recursos en campañas de información y concienciación para reducir el consumo de agua de los melillenses, que es muy superior a otras ciudades españolas.
“Las medidas de ahorro y eficiencia del consumo de agua y la lucha contra las fugas tienen capacidad suficiente para disminuir el consumo”, afirman en nota de prensa. Además, Guelaya aseguró que la primera institución en aplicar criterios de ahorro y eficiencia debe ser la Ciudad Autónoma. “Seguimos sin saber cuáles son las fugas reales en la red y los planes de lucha contra las pérdidas. ¿Los objetivos de disminución a 260 litros por habitante y día no señalan un exceso de demanda? ¿Es necesaria realmente la ampliación a 30.000 metros cúbicos diarios de la planta desalinizadora cuando eso es más del 100% de lo que se gasta al día?”, se pregunta Guelaya.

Participación social
La organización ecologista apuesta por que las Administraciones Públicas den ejemplo de eficiencia y ahorro de agua, pero también deben trabajar en fomentar la participación ciudadana en el mismo sentido. “Si hay dinero para la ampliación de la desalinizadora, también lo hay para la lucha contra las fugas, para hacer campañas de concienciación, de información y de formación. Pero prefieren creer en las empresas y en que se mueva dinero en lugar de creer en las personas. Se mantienen soluciones insostenibles que ponen en peligro a las generaciones futuras”, argumenta Guelaya.

Acuíferos sostenibles
“Los pozos de Melilla han sido sobreexplotados de tal manera que no hay que esperar a la siguiente generación para saber que los problemas no dejan de aumentar”, lamenta Guelaya. Sin embargo, la entidad valora que el Plan Hidrológico recoja medidas para el estudio de los acuíferos melillenses, si bien critica que esos mismos estudios debieron hacerse en los años 80, cuando se detectaron los primeros síntomas de que los pozos estaban siendo sobreexplotados.

Preocupación por el impacto del cambio climático

Por otra parte, Guelaya también criticó la planificación sobre avenidas e inundaciones. “Es una cuestión preocupante por el cambio climático” y, por ello, aceptarían una ampliación de la desembocadura del río de Oro, “pero la prevención del cambio climático no es compatible con la decisión de adoptar medidas que provocan aumentos de consumo energético”.
Además, en este primer apartado de las alegaciones presentadas al Plan Hidrológico, Guelaya lamenta que aún hoy el agua del grifo no se pueda beber, a pesar de las medidas tomadas y las que se piensan tomar. Por tanto, los melillenses deben seguir comprando agua embotellada o ir a las fuentes públicas, “que cada vez suministran agua de peor calidad”, critica.