La asociación considera que a veces los locales “no dan a basto” ya que acumulan muchos residuos.
La asociación en favor del medio ambiente, Guelaya-Ecologistas en Acción, aboga por poner las cosas más fáciles de cara a que los hosteleros y los propios ciudadanos cumplan con el reciclaje y la separación de residuos. Así lo aseguró ayer a El Faro de Melilla el presidente de esta organización, Manuel Tapia, que valoró las declaraciones que hizo el pasado viernes el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, asegurando que es “totalmente necesario” que los trabajadores de la hostelería reciclen. Asimismo, se mostró de acuerdo con poner medidas para que los locales separen los residuos, aunque apostó por “obligarles, pero poniendo también facilidades”. “Sabemos que es una medida que costará trabajo que se cumpla, pero es totalmente necesaria”, sentenció Tapia. Por otro lado, el presidente de la asociación ecologista manifestó que “muchos hosteleros no dan a basto” en reciclar todos los residuos que se acumulan durante la jornada, especialmente cuando los contenedores para depositarlos se encuentran alejados del lugar de trabajo, por lo que considera necesaria “una buena recogida” para que no se den este tipo de situaciones. “Si se obliga a cumplir unas normas, hay que facilitar el trabajo”, apostilló Tapia.
Ciudadanía “Somos testigos de que hay muchos bares que consumen vidrios y que al final lo tiran todo en el mismo contenedor y fuera de horario”, apuntó el presidente de Guelaya, que también ve en la ciudadanía un factor importante a la hora de hacer que cambien este tipo de comportamientos que deterioran el medio ambiente. Así pues, Tapia apuesta por que los melillenses empiecen a denunciar estas actitudes cuando las vean. “Hay muchos ciudadanos concienciados, pero no hasta el punto de denunciar”, aseguró el ecologista, que también lamentó que otra parte de los melillenses percibe “como normales” los casos en que los hosteleros no separan los residuos. “No hay que acostumbrase a estos comportamientos”, señaló Tapia al respecto y matizó que es necesario “denunciar ante la autoridad correspondiente”. Asimismo, apuesta por que la Administración actúe “de forma efectiva” ante las quejas de los ciudadanos, para que éstos sean conscientes de que la situación se puede revertir haciendo uso de este tipo de mecanismos. “Si los ciudadanos notan que sus denuncias terminan en la papelera, es normal que se cansen de ponerlas”, sentenció el dirigente de la organización, que apuntó que “la Administración debe canalizar rápidamente las denuncias de este tipo”. Del mismo modo, Tapia consideró que multar a las casetas de la Feria de Melilla que no cumplan con las normas de reciclaje es un buen paso, pero también abogó por que se garanticen las infraestructuras para que se pueda cumplir con estas obligaciones ambientales.
Autosuficiencia Por otra parte, al respecto del estado del reciclaje en Melilla, el presidente de Guelaya reiteró su postura a favor de que la ciudad avance hacia la autosuficiencia en este sector, abogando por que la ciudad cuente con una planta de reciclaje de todo tipo de residuos. “Melilla podría ser un ejemplo de sostenibilidad en reciclaje por las características que tiene”, apuntó Tapia, ya que considera que las particularidades geográficas de la ciudad harían que una planta de reciclaje generase mucho empleo. Asimismo, el presidente de la organización considera que una infraestructura de este tipo en la ciudad haría que los melillenses empezaran a eliminar el estigma acerca de que todos los residuos terminan en el mismo sitio: La incineradora. Sobre esta infraestructura, Tapia sostiene que “decir que el tratamiento del aceite en la incineradora revierte en energía es falso”, puesto que calificó de “irrisorios” los vatios que se producen contra el efecto nocivo para el medio ambiente que este tratamiento ocasiona.
Los ecologistas se “congratulan” de la sanción por amianto
Ante las palabras del pasado viernes del consejero de Medio Ambiente sobre la presencia de amianto en las obras de la rotonda del Aeropuerto, el presidente de Guelaya, Manuel Tapia, dijo “congratularse” de que el responsable de la Ciudad asegurara que se tomarán medidas sancionadoras contra la empresa constructora. Sin embargo, lamentó que “por actuar tarde” cueste “más dinero y trabajo” paliar esta situación, puesto que el material nocivo se encuentra ahora mezclado con escombros y, según Tapia, esto hace que “sea mil veces más difícil de separar”.