La incautación de droga entre los pasajeros que embarcan en el puerto con destino a la península ya no es sólo cosa de los agentes de la Guardia Civil, como habitualmente venía sido hasta ahora. La Jefatura Superior de Policía explicaba ayer en una nota de prensa que “ha detectado un incremento en el número de jóvenes que intentan pasar ocultas sustancias estupefacientes”. Con el fin de contrarrestar este aumento, los mandos han decidido emplear agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) para realizar controles de carácter aleatorio. Gracias a esta decisión, agentes expertos en la desarticulación de complicadas estructuras delictivas y en la lucha contra peligrosas organizaciones criminales han conseguido arrestar a cuatro pasajeros entre el 6 y el 26 de febrero. Uno de los detenidos por estos experimentados agentes es un cordobés de 21 años, otro es un menor de 16 años y otros dos son dos melillenses de 23 y 25 años. El primero llevaba 200 gramos de hachís, el segundo 1,8 kilos, el tercero 600 gramos y el último poco más de un kilo. En total, los agentes de la UDYCO enviados por la Jefatura Superior de Policía han conseguido apartar del mercado negro algo más de tres kilos y medio de hachís. Tras este resultado, los mandos anuncian que estos policías expertos en la lucha contra bandas de narcotraficantes y peligrosos criminales “continuarán realizando controles en la Estación Marítima, al objeto de perseguir el tráfico de estupefacientes”.
En esas mismas dependencias desarrollan idénticas funciones agentes de la Benemérita acostumbrados a descubrir iguales delitos (que en ocasiones no pasan de la categoría de falta). Generalmente, las incautaciones sobre las que informa la Comandancia de la Guardia Civil se refieren a cantidades algo superiores que las difundidas por la Jefatura, pero las estadísticas mandan. Cuando se trata de cuadrar los números, la operatividad pasa a un segundo plano junto con la lógica disposición de medios y el sentido común que aconseja que guardias y policías se complementen para evitar duplicidades, derroche de recursos y molestias a los ciudadanos.