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El cazaminas de la Armada ‘Turia’ abandona hoy la ciudad autónoma tras varios días atracado en el Puerto
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Ayer, el buque acogió varias visitas guiadas
Hay quién piensa que aquello de los torpedos o las bombas-trampa submarinas son cosa del pasado, la Segunda Guerra Mundial y las películas de Wolfgang Petersen. No obstante, si eso realmente fuera así, no sería necesario el trabajo que realizan buques como el ‘Turia’, un cazaminas de la Armada que, durante dos días, ha atracado junto al Cargadero de Mineral del Puerto, donde ayer, además, acogió varias visitas guiadas. Una de ellas, la de El Faro.
El segundo de a bordo de la embarcación, el teniente de navío Miguel Pereira, aseguró a este diario que el problema de los explosivos sumergidos bajo el agua no es preocupante, pero sí real. Sobre todo, en Cataluña y el norte del Levante español, donde el paso de los años y, por descontado, la fuerza de las corrientes mediterráneas han arrastrado hasta sus cercanías artefactos sembrados en las costas francesas durante las campañas navales de la Segunda Guerra Mundial. Pereira confirmaba a este respecto que la mayor parte de los avisos recibidos por su embarcación corresponden a bombas de este tipo. “No se sabe lo peligrosas que son. Por tanto, suele ser necesario forzar su explosión y neutralizarlas”, comentó el segundo de a bordo del ‘Turia’.
El trabajo del ‘Turia’
La desactivación “controlada” de esa clase de artefactos suele ser la tarea fundamental de este buque, puesto a flote en noviembre de 1999, tras su construcción en Cartagena (Región de Murcia). No es en cambio la única, pues el ‘Turia’ opera a lo largo de toda la costa española, ejerciendo labores orientadas a la recopilación de datos submarinos del entorno marítimo y al descubrimiento de posibles riesgos para la navegación de cualquier navío.
Para ello, el barco cuenta con una tripulación total de 44 personas, todas ellas especialistas en diferentes campos militares o de navegación, como buzos, técnicos de telecomunicaciones o electricistas.
El casco del ‘Turia’, asimismo, está hecho de fibra de vidrio en su mayor parte, albergando en su interior las últimas tecnologías navales y de combate, como una cámara hiperbárica utilizada en los procesos de descompresión de los submarinistas o un sistema de dirección que permite al barco realizar todo tipo de desplazamientos transversales y longitudinales. El buque probablemente los necesite hoy, el día de su marcha de Melilla.