El Grupo Sureste informó que de los 245 trabajadores que tiene en plantilla en Melilla, a 23 de ellos les ha afectado la subactividad, es decir, la reducción de salario anual por no cumplir las horas acordadas para el año anterior. Así pues, defienden que “no hay una situación de subactividad en la empresa” después que Mohamendi Abdelkader, miembro del comité de empresa por UGT, calificara la reducción de salario de “indebida, injusta e ilegal”. Asimismo, la empresa informó que además, 32 empleados han trabajado las horas acordadas y otros 180 han hecho horas extra.
Desde el Gabinete de Prensa de la empresa explicaron que ofrecieron a los trabajadores con subactividad recuperar sus horas, de acuerdo con la política de la empresa, “que intenta repartir el trabajo al máximo”.
Aseguraron que los trabajadores con subactividad en Melilla “voluntariamente han decidido no hacer dichas horas” y que en el caso concreto de Abdelkader, miembro del comité de empresa por UGT y que fue crítico con la subactividad, desde la empresa aseguraron que solicitó horas sindicales cuando ya las había agotado.
Asimismo, defendieron la profesionalidad de la empresa y reclamaron que esta tiene más de 3.000 trabajadores en todo el país.
Sobre la advertencia del 2020 de Inspección de Trabajo sobre la subactividad y por la que la empresa tuvo que devolver la cantidad restada de las nóminas, expresaron que “siempre se pueden cometer errores”.
Acerca de las horas de formación y motivo por el que tienen varias causas judiciales abiertas en Melilla, explicó que estas suelen entrar dentro de las horas de trabajo, pero que si los trabajadores han realizado dichos cursos durante sus horas libres, se les paga como horas extra. Matizó que en ningún momento los empleados tienen que pagar la formación.
Sin embargo, matizaron que si un trabajador no ha cumplido con las horas previstas en cuadrante anual, en vez de pagarle la formación como horas extra, se la computan en las que les falta para llegar al tope del año. Así pues, si un empleado no ha cubierto la jornada de cómputo anual, la formación se computa como parte de esta. Explican que de esta forma “se van ajustando las horas” y recalcaron que Sureste “intenta cuidar a sus trabajadores”.
También señaló que no es cierto que haya problemas a la hora de entregar los uniformes e informó de que cada mes, los empleados reciben una cantidad en su nómina que puede llegar hasta los 95 euros para reparar el vestuario reglamentario.
Reiteraron que la situación de subactividad no se aplica “por regla general” y que al haber trabajadores que no cumplen con sus horas “perjudican a sus compañeros” porque alguien tiene que cubrir su vacante en el puesto de vigilancia. Expusieron que no es la primera vez que se encuentran ante estas críticas que “coaccionan la reputación de la empresa”.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…