Un grupo de policías fuera de servicio, denunciado por agredir a un joven melillense

Un hombre ha denunciado que un grupo de policías, “seis o siete” que iban de paisano, agredió en la medianoche del domingo a su sobrino, un joven de 17 años nacido en Melilla, frente al establecimiento McDonald’s. Según la denuncia interpuesta en la mañana de ayer en el juzgado de guardia, a la que ha tenido acceso El Faro, el menor, que permanece en el Hospital Comarcal, tuvo que ser atendido por “policontusiones en todo el cuerpo”.

En la denuncia, el hombre relata que pasó toda la tarde pescando y paseando por la zona del Puerto Noray y que, sobre las 00:15 horas, “viendo que se hacía tarde”, dijo a su sobrino y a otros tres amigos suyos que se fueran a sus casas.

Unos momentos más tarde, uno de los menores que acompañaban a su sobrino, se acercó corriendo en su bicicleta y le contó gritando que a su sobrino “le estaban pegando entre varias personas”.

"Lo habían inmovilizado”

El denunciante cogió su coche y cuando llegó a la altura del parking del McDonald’s vio que el chico “estaba siendo golpeado por varias personas”. Según la denuncia, cuatro “lo habían inmovilizado” y otros “dos o tres, lo golpeaban de manera insistente” mientras el joven pedía socorro hasta que, de acuerdo con el relato del tío, “una de esas personas lo agarró del cuello, impidiéndole que siguiera pidiendo auxilio”.

“Al ver la desproporción entre los agresores” y el joven, el tío se bajó del vehículo e intentó parar la agresión, aunque dos de estas personas le amenazaron con golpearle e incluso hicieron un intento de ello, por lo que fue personalmente con su vehículo a la Jefatura de Policía para avisar de lo que estaba pasando.

El hombre estima que la agresión duró unos diez minutos y tuvo que acudir la ambulancia debido a la importancia de las lesiones que había sufrido el chico.

No obstante, denuncian que el joven fue llevado al hospital en un furgón policial y “esposado” mientras que en la ambulancia se atendía a los “agresores”.

Según la denuncia, otro joven que no conocía a la víctima intentó también mediar y separar y fue “golpeado sin miramientos”, teniendo que acudir al servicio de urgencias. De acuerdo con el documento, fue “intimidado en todo momento por los policías tanto de paisano como de uniforme”.

La denuncia relata que, al llegar al lugar el furgón policial y un vehículo de la Guardia Civil, se identificó a los agresores , resultando estos “miembros de paisano del Cuerpo Nacional de Policía, fuera de servicio, que estaban tomando copas”.

Según el documento, “al ver que eran policías, los guardias civiles se marcharon dejando el asunto en manos de la Policía”.

Síntomas de embriaguez

“La brutal agresión” tuvo lugar después de que el menor agredido preguntara a un “agente de paisano” qué hora era, puesto que llegaban tarde a sus casa. Según la denuncia, este le respondió que se fuera “a la mierda”. “Mena asqueroso, iros a Marruecos”, continuó diciendo. En el documento se asegura que estas frases fueron escuchadas por las personas que estaban cerca y que los presuntos agresores “presentaban síntomas de embriaguez patente”.

En la denuncia se señala que durante la agresión hubo personas que se aseguraron de que el menor “no pudiera presentar ningún tipo de resistencia ni pedir auxilio”.

“En vez de auxiliar al perjudicado dado que estaba sangrando por boca y nariz, lo llevaron como un fardo al hospital, dejándole tirado en la entrada”, se explica en la denuncia.

El joven tuvo que ser atendido de diversas lesiones, destacando las producidas en: la mandíbula (en el momento en el que se interpuso la denuncia, el chico no podía “mover la boca ni hablar”), fosas nasales, zona orbital, brazo, pabellón auditivo con pérdida de audición, y lesiones musculares.

A los presuntos agresores se les acusa de un delito de lesiones y otro de odio, con varios agravantes, entre ellos el de ser policías en activo del Cuerpo Nacional, con carácter de agentes de la autoridad.

En la denuncia se pide la adopción de medidas cautelares, como que la Guardia Civil identifique a los agentes que acudieron al lugar del suceso; que se custodien las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento; que se identifique a los policías del Cuerpo Nacional que agredieron al menor; que se ordene por parte del juzgado la detención de los policías agresores “dada la peligrosidad de ese grupo y la posibilidad de reiteración delictiva”; y que se tome declaración para ratificación al denunciante y al menor perjudicado y se identifique a los testigos e igualmente se les tome declaración.

Preguntas del abogado

El abogado de la familia explicó a El Faro que la zona donde ocurrieron los hechos es competencia de la Guardia Civil por lo que dijo querer saber por qué no fue este Cuerpo el que se hizo cargo de la investigación. También denunció que el menor llegó al hospital “con grilletes” y a la madre se le comunicó que estaba detenido aunque después, sobre las 12:30 horas de ayer, se le dijo que ya no lo estaba. “¿Qué ha pasado?”, preguntó el letrado.

Puesto en contacto El Faro con la Delegación del Gobierno, esta rehusó hacer declaraciones puesto que hay diligencias abiertas y la investigación está en curso.

CpM reclama que “se depuren responsabilidades”

Coalición por Melilla (CpM) pidió ayer que “se depuren responsabilidades” y anunció que van a pedir una investigación a responsables de la Policía Nacional y a la Delegación del Gobierno en Melilla por la agresión sobre la medianoche del domingo a un joven a manos presuntamente de un grupo de agentes que estaban fuera de servicio.

“Estas agresiones no son propias de este tiempo”, denunció el líder de CpM, Mustafa Aberchán.

“No podemos entender que un niño sea merecedor de tal grado de agresiones”, lamentó el presidente de la coalición.

Aberchán reclamó también que se dé un relato de los hechos, que ocurrieron junto al McDonalds, “que sea creíble” porque, según sus palabras, “a menudo el corporativismo lleva a ocultar algunas vergüenzas”.