Hamed Mohamed es fotógrafo y trabajó desde los 14 hasta los 57 años en Foto Imperio.
El cierre de la empresa le dejó en la calle y sin un empleo, forzándole a ejercer un rol que nunca estuvo en sus planes: el de empresario.
Hizo de la necesidad virtud. Hace 14 meses abrió su propio negocio, también basado en el mundo de la fotografía. "¿Qué iba a hacer, quedarme de brazos cruzados, cuando aún me quedaban siete años para jubilarme?", pregunta. Mohamed asegura que emprender es un proceso que se puede aprender a hacer y mejorar. "Es una cuestión de actitud", explica. "Yo tuve la suerte de adquirir gran parte de los conocimientos en mi anterior trabajo, donde mi jefe me obligaba a hacer de todo, lo cual agradezco mucho", dice. "Hoy probablemente no sería el mismo si me hubiesen tenido en un cuarto revelando fotos todo el tiempo", expresa. "Ahora estoy recogiendo los frutos de lo que había sembrado", añade.
Jefe propio
Ser trabajador por cuenta propia significa ser un empleado independiente, dueño, jefe y responsable de sus actividades profesionales. "He tenido que aprender a facturar, estar pendiente de que no se agoten los materiales y gestionar todos los trámites administrativos", reconoce. "Son tareas que se aprenden rápidamente y con el día a día no te queda otra que hacerte con la dinámica", expone.
Según Mohamed, una vez recorrido este proceso, uno puede centrarse en el crecimiento. "No me voy a hacer rico, pero gano lo suficiente para cubrir todos los gastos y para que al final de mes quede algo para mí", dice. "No son los tiempos de antes", afirma.
Toñi Berenguer, que regenta una tienda dedicada al textil y hogar, vivió el apogeo de la economía española. Una etapa que califica como "edad de oro" por su expansión casi de forma ininterrumpida. Berenguer supo lanzar una idea, montar el modelo de negocio y escalarlo poco a poco. "Abrí mi tienda en 1998 en calle Carlos de Arellano, me fue tan bien que un año después me pude ir a un local más grande. Desde 1999 mi negocio está en General Prim número 10 y de aquí no me he movido". "Estoy contenta porque tengo mi clientela fija", afirma.
Con una larga trayectoria como empresaria cuenta también Yamila Mohamed. Desde el 1 de febrero de 2015 está al frente de una tienda de ortopedia. "Estuve trabajando en un centro de ortopedia y me sentí como pez en el agua. Vi una oportunidad de negocio", explica. Después de 10 años hace balance y reconoce que ser responsable de tu propio negocio "absorbe". Además menciona un error común: "Pensar que puedes hacer todo solo no es bueno. Necesitas un equipo con experiencia y preparación que te ayude", dice.
Vacaciones y bajas
Uno de los problemas más citados por los emprendedores es la escasez de ayudas. Ante la pregunta si los autónomos se van de vacaciones muchos romperían en una carcajada antes de contestar con un rotundo "no". Mohamed cuenta que este año es la primera vez que está "realmente de vacaciones". "Me he tomado dos semanas de descanso", afirma. La razón por la que no lo ha hecho en los últimos diez años es sencilla: "Un trabajador por cuenta ajena tienen 30 días naturales amparado por la ley, pero el autónomo tiene que mirar por su negocio. Cerrar significa perder ingresos", dice.
Estar de baja supone otro quebradero de cabeza para muchos autónomos. "Me han tenido que operar en tres ocasiones y siempre me he incorporado antes al trabajo de lo que debía", cuenta Berenguer. "No podía estar tranquila en casa, en tu propio negocio tienes que estar todos los días al pie de cañón y buscarte la vida", afirma