El padre y la madre de Abdeslam Ahmed Ali (‘Pisly) pidieron justicia frente a la Delegación del Gobierno.
La madre de ‘Pisly’, Malika, llegó caminando desde Beni Enzar hasta la Delegación del Gobierno. Acompañada en todo momento por amigas y familiares, la mujer no podía contener las lágrimas al ver a los amigos de su hijo gritar pidiendo justicia, con la voz rota por la rabia y el llanto. Le costó levantar la cabeza y dirigirse a todos los que estaban allí, pero finalmente sacó fuerza para hacerlo. Malika pidió justicia y una explicación. La madre del joven lloraba desconsolada consciente de que no volverá a ver su hijo, pero pedía que al menos alguien les dijera qué había ocurrido. A su lado, los amigos y familiares de los jóvenes perdían la entereza que les había acompañado durante el camino. Rodeada por casi trescientas personas, su hilo de voz resonó, no porque hablara a gritos, sino porque lo hizo con fuerza. “Justicia. Mi hijo nos está viendo, tenemos que ayudarle”, aseguró, antes de marcharse entre una multitud que no dejaba de abrazarla.
Pocos minutos después, apareció el padre del joven. Abdeslam Ahmed, con uno de sus hijos al lado, estaba sereno. “Yo no se nada, sólo sé que he enterrado a mi hijo”, dijo el hombre, que pidió también que la Delegación del Gobierno exija al Ministerio de Exteriores que pida a Rabat que aclare lo ocurrido.
“Yo voy a estar con cualquiera que se manifieste para pedir justicia”, insistió el hombre. A su lado, uno de los hermanos de ‘Pisly’ apenas podía mantenerse en pie. Ya era de noche, pero el joven aún trataba de disimular, con las gafas de sol puestas, los ojos hinchados por el llanto y la rabia.
Algunos llamaron al padre del otro joven, Mohamed Amin Mohamed Dris, que no tuvo fuerzas para hablar en alto y pedir esa justicia que todos reclamaban y que aseguran que continuarán pidiendo en los próximos días.