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Aunque reconoce que el centro de La Esperanza no reúne las “condiciones adecuadas” para acogerlos
El Gobierno de Ceuta negó ayer “rotundamente” que exista “violencia” hacia los menores extranjeros no acompañados en la ciudad pero reconoció que el centro La Esperanza no es el “adecuado” para su acogida.
En declaraciones a los periodistas, el portavoz del Gobierno ceutí, Jacob Hachuel, se refirió al informe emitido a finales de esta semana por el Comité de Derechos del Niño de la ONU, en el que urge a España a mejorar su acceso al procedimiento de asilo y a garantizar condiciones adecuadas en los centros donde se les alberga, especialmente en Melilla y Ceuta.
Hachuel aseguró que el Ejecutivo ceutí no ha recibido el dictamen de Naciones Unidas. “Solo tenemos referencias a través de los medios de comunicación pero nos oponemos al uso del término ‘devoluciones en caliente’ y defendemos que el respeto a los derechos de los menores, de todos los que están en Ceuta, es prioritario”,
Además, negó “con rotundidad” que en Ceuta exista “violencia hacia los menores extranjeros” y aseguró que la Policía Local “se hace cargo” cada semana de “entre 25 y 30” jóvenes foráneos que son localizados solos en las calles “para entregarlos a la Policía Nacional por si debe hacerles pruebas de edad u otras o, si ya están filiados, devolverlos al centro de acogida de La Esperanza, que es un servicio abierto en el que no se puede retener a nadie”.
No obstante, Hachuel sí reconoció que este centro de acogida “no tiene las condiciones adecuadas porque fue una solución de emergencia que se ha ido dilatando en el tiempo”.
El Gobierno de Ceuta cerró hace algo más de cinco años el antiguo centro de acogida de San Antonio, un antiguo chalé militar habilitado para acoger a estos menores, después de varias denuncias del Defensor del Pueblo y de la propia Fiscalía sobre su situación.
Hachuel añadió que la solución a la “gravísima problemática” que para Ceuta y Melilla supone la llegada de cientos de jóvenes marroquíes menores de edad solos cada año les “trasciende”. “Tiene que ser abordada por foros mucho más elevados, por el Gobierno de la Nación y por la Unión Europea como frontera terrestre exterior que somos”, consideró el portavoz del Gobierno ceutí.