Jesús Manuel Pérez Triana es un analista de Defensa y Seguridad y autor del blog FlancoSur.com, entre más facetas, cuya voz se escucha cada vez más a nivel nacional. En esta entrevista concedida a El Faro, recalca que, tras hacerse pública la última postura de España sobre el Sáhara Occidental, ha habido un trueque que implica la concesión del dominio de un territorio a cambio de promesas. Cree que este movimiento generará a la larga un Marruecos más agresivo, pero que aún hay que esperar a los acontecimientos y ver qué medidas toma el país vecino tras tomar una nueva postura España. Subraya también que la disuasión española está en entredicho dada la falta de inversión en Defensa y señala la falta de interés en el eje Baleares-Estrecho-Canarias.
–¿En qué posición quedan Ceuta y Melilla después de este giro de posición de España respecto al Sáhara Occidental?
–Aquí hay dos lecturas. Una es lo que oficialmente parece deducirse de este acuerdo en el que según el ministro de Cultura, Miquel Iceta, España obtiene garantías de Marruecos de que cesará el acoso o la presión a ambas ciudades y a Canarias, que a mí me deja, pues un tanto preocupado porque lo que estamos haciendo intercambiando es la consolidación de un dominio territorial marroquí a cambio de promesas y es un trueque absolutamente desigual. Estamos intercambiando que Marruecos consolide su soberanía en el Sáhara a cambio de promesas y eso a mí me parece que es preocupante porque nos podríamos preguntar cómo de fiable es la posición marroquí. Eso desde el punto oficial.
Si uno atiende o estudia qué es lo que está sucediendo aquí diríamos que España está aplicando una política de apaciguamiento que es ceder a una potencia agresiva ante sus aspiraciones territoriales con la esperanza de que aplacamos sus ambiciones y su furia, por así decirlo, a cambio de algo. Entonces, lo que estamos generando es un incentivo para que Marruecos continúe por esta línea; en Marruecos han aprendido que España, si la presionas suficientemente, cede. Así, la postura oficial es que no hay ningún problema, a cambio de España defienda la soberanía de Marruecos en el Sáhara, obtenemos promesas de que no van a ser agresivos en un futuro. Y yo lo que pienso es que esa cesión, que ese apaciguamiento solamente genera un incentivo para que Marruecos sea más agresivo en un futuro.
–¿Va a renunciar Marruecos ante sus ciudadanos a Ceuta y Melilla?
–Lo significativo aquí es que se anuncia este acuerdo que cierra un periodo de conflicto y abre una nueva etapa de relaciones entre ambos países y sacan un comunicado a los pocos días; tenemos la declaraciones del ministro de Cultura, Miquel Iceta, tenemos el comunicado del Gobierno español que menciona las garantías que Marruecos da sobre la soberanía española de Ceuta y Melilla; y tenemos el comunicado marroquí donde no aparece eso.
Ya se genera la primera duda ¿se ha llegado a un acuerdo pero las autoridades no lo mencionan porque tiene un coste ante su opinión pública? ¿Es un malentendido en estas negociaciones? Ya hemos visto que se ha dicho que Argelia fue informada y ellos han respondido que no fue así.
Ahora tenemos que esperar el desarrollo de los acontecimientos, vamos a ver qué garantías da a Marruecos de que va a respetar el acuerdo, cómo se va a normalizar la vida en Ceuta y Melilla y sobre todo vamos a ver si hay algún tipo de reconocimiento público de que la soberanía española sobre ambas ciudades Marruecos considera que es algo a respetar.
A ver si nos vamos a quedar en una solución intermedia en la que volveríamos al estatus previo, es decir, que Marruecos no reconoce la soberanía de Melilla y Ceuta, pero comercia, abre el flujo de personas y mercancías y demás. Sin embargo, es un poco pronto para sacar conclusiones al respecto todavía.
–Ha mencionado en sus redes sociales que, si España sigue en la misma línea, Ceuta y Melilla serán marroquíes a largo plazo, ¿debemos estar preocupados los habitantes de las dos ciudades?
–Esto es una conclusión que yo saco analizando la postura española y los documentos españoles. Yo no he visto nunca en ninguna parte un documento español donde se diga que España tiene una amenaza, que Marruecos constituye una amenaza por su reclamaciones territoriales y las acciones del Gobierno son coherentes con esta perspectiva. La primera de las explicaciones es que en España tenemos mucho cuidado con el lenguaje que usamos para no ofender a Marruecos. El jefe del Estado no visita Ceuta y Melilla por miedo a ofender a Marruecos. España no ha solicitado la entrada de Ceuta y Melilla bajo el paraguas defensivo de la OTAN para no ofender y para no provocar a Marruecos, esta fue la explicación original cuando el partido en el poder tumbó la propuesta de Vox en el Senado en base a que esto sería una locura sería una provocación a Marruecos.
En tercer lugar, uno mira el estado de las Fuerzas Armadas, el material que cuentan las Fuerzas Armadas, sobre todo en las comandancias de Ceuta y Melilla, y uno puede llegar a conclusión de que en España, las Fuerzas Armadas no están preparadas para la Defensa Nacional.
El tradicional eje Baleares, Estrecho y Canarias es un término ya desterrado del vocabulario de los planes españoles. Podríamos hablar distendido sobre la crisis de las Fuerzas Armadas, de la pérdida de poder aeronaval. Por ejemplo, en el último documento de la Estrategia de Seguridad Nacional publicado en 2021, se dice que España tendrá que reforzar su seguridad de Ceuta y Melilla, pero se refiere exclusivamente a los saltos a las vallas fronterizas.
Luego, en términos genéricos, se habla de que estamos en una era de países cada vez más asertivos y de que hay una carrera de armamento; aquí no lo menciona, pero yo creo que se está refiriendo al Magreb. En el documento se dice que España tendrá que reforzar su defensa nacional, es un documento del año 2021 y yo no conozco ninguna medida que se haya tomado al respecto a las Fuerzas Armadas.
Solamente, hace muy poco, el presidente del Gobierno ha dicho que España va a intentar o va a intentar cumplir el objetivo marcado en la cumbre de la OTAN de septiembre de 2014 de que se gaste un 2% del Producto Interior Bruto, que ahora se justifica con la guerra de Ucrania. Ahora mismo hay gente defendiendo este acuerdo diciendo que hay que dejar bien atada la situación en el norte de África porque hay que preocuparse por la situación en Ucrania. Me parece una justificación muy pobre, pienso que la prioridad de España está aquí.
–¿Qué hay sobre la supuesta base israelí que va a poner Marruecos a 40 kilómetros de Melilla?
–Esa información me parece muy discutible. Israel no es un país que establezca bases militares abiertamente en ningún otro país. No hay ningún precedente en el área del Estrecho, no es un interés estratégico para Israel. Yo lo que deduzco de esa información es que, posiblemente ante el interés marroquí de comprar material militar israelí, se acabe creando ahí un centro de formación.
Ya hemos visto que las fuerzas armadas marroquíes han incorporado drones israelíes, hay mucha interés Marruecos por comprar material militar israelí, ya se ha hablado de la compra del sistema antiaéreos Barak 8.
De todas formas, a mí lo que me preocupa es que no veo una acción decidida de España para que haya una estrategia integral, como reforzar los recursos militares de las comandancias de Ceuta y Melilla ¿Qué pasa con la economía? ¿Qué pasa con el desafío de Marruecos creando dos puertos, el primero Tánger-Med ya está en funcionamiento, que amenaza la economía del puerto de Algeciras?
Yo creo que aquí habría que triangular Ceuta-Melilla-Algeciras, el corredor mediterráneo. Es una visión que no solo se trata de que los carros de combate de los regimientos de caballería que hay en Ceuta y Melilla son los más viejos del Ejército de Tierra. Estamos hablando de una acción decisiva para asegurar la soberanía, la prosperidad y futuro y que se deje bien claro que España va a defender la soberanía de su territorio.
La disuasión se compone de tres elementos. Uno es tener capacidades militares. Dos es hacerlas públicas. El tercer elemento fundamental de la disuasión es la credibilidad, es decir, que se nos perciba como que estamos dispuestos a usar la fuerza para defender nuestra soberanía. La disuasión española está muy en entredicho.
En este asunto militar y territorial Esoaña tiene suficiente experiencia para saber de las actuaciones del reino alauita al máyor estilo Árabe. Seguiran esperando ver el cadaver de su "enemigo" pasar, para actuar en consecuencia. Cada transición politica (el cadaver) desde la muerte del General Franco, han sido aprovechados por Marruecos coaccionando al desgobierno español en esos momentos a su favor, salvo el de Aznar con el Peregil.
Muy de acuerdo con este análisis. ¿Marruecos va a reconocer la soberanía de Ceuta y Melilla? Claro que no. Nunca lo hará. Y volverá a las andadas pasado un tiempo. Esto es temporal.