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Vecinos de El Pueblo critican que han tenido que soportar durante un mes los malos olores que desprendía el cadáver de un felino
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Desde la Ciudad explican qué hacer en estos casos
Vecinos de El Pueblo contactaron con El Faro esta semana para mostrar su descontento por la “falta de atención” del servicio de recogida de animales.
Según relatan, avisaron hace más de un mes para que retirara el cadáver de un gato que había sido atropellado en la calle del Horno, y cuyo cuerpo reposaba sobre una alfombrilla de coche, frente al horno público del siglo XVIII que da nombre a esa vía.
De acuerdo a estos vecinos que facilitaron las fotografías que acompañan el artículo, el gato se encontraba en un avanzado estado de descomposición y quedaban básicamente los huesos. De ahí a que, unido a las altas temperaturas, los restos emitieran un fuerte olor “muy desagradable a bastante distancia”.
Basta con llamar al 010
Finalmente el cuerpo del felino fue retirado el pasado martes, tras poco más de un mes ahí, pero los vecinos denuncian la mala gestión del servicio, al considerar que ignoraron su llamada.
Desde la Oficina Técnica de Protección de Ambiente Urbano de la Consejería de Medio Ambiente indicaron a este diario que la recogida de animales muertos se realiza en el mismo momento en el que reciben la llamada del ciudadano.
Además, recordaron que para solicitar el servicio gratuito pueden contactar con ellos a través del teléfono de atención ciudadana 010, llamando al 112 o directamente a la empresa de recogida Melilla UTE.
Sin embargo, no tenían constancia de una llamada de estas características y reiteraron que la recogida es inmediata para evitar situaciones insalubres.
Hasta 48 cadáveres al año
El administrador de Melilla UTE, Ismael Dris, confirmó que en cuanto reciben la llamada siguen el protocolo de actuación, que es inmediato. Los responsables de recoger al animal acuden equipados con guantes, mascarillas y un recipiente especial para transportarlo y trasladarlo posteriormente a la incineradora.
Dris señaló que cada mes recogen una media de tres o cuatro animales muertos, entre 36 y 48 al año, normalmente gatos callejeros atropellados, y el último fue hace dos meses, según sus últimos registros.
257 gatos incinerados
El gerente de Residuos de Melilla Sa (Remesa), Miguel Moralejo, que gestiona la incineradora de la ciudad, detalló a El Faro que el año pasado incineraron a un total de 699 animales, entre domésticos y callejeros (372 perros, 257 gatos, 29 ovinos y 41 otros, posiblemente gaviotas y otras aves).
En caso de recibir un animal muerto en extrañas circunstancias, lo mantienen en una cámara frigorífica hasta cinco días, a la espera de que el Seprona haga los análisis correspondientes, especialmente en el caso de los delfines u otras especies protegidas. Por otro lado, los animales domésticos siempre llegan con el certificado veterinario de defunción para poder ser incinerados.
Contrarios al actual sistema de control de animales callejeros
La presidenta de la Asociación Adopciones Melilla (Adomel), Laura Benavent, señaló que este tipo de situaciones como las que han vivido los vecinos del Pueblo, que se quejan porque la Ciudad ha tardado un mes en recoger el cadáver de un gato muerto, podrían evitarse fomentando la adopción de animales e invirtiendo en protectoras animalistas en Melilla. Así, asegura, se reduciría consideramblemente el número de animales callejeros y sus muertes por atropello o envenenamiento.
Benavent aprovechó la llamada de El Faro para recordar que el actual sistema para controlar la población de animales callejeros basado en la captura, el internamiento en perreras y su posterior sacrificio si no son adoptados en determinado tiempo ha demostrado no ser efectivo para evitar las nuevas camadas que nacen en la calle. “Es una pescadilla que se muerde la cola”, sentenció la responsable de Adomel.