García-Margallo confía en hallar una línea de cooperación con Marruecos

Tras las últimas llegadas de inmigrantes a Melilla y la Isla de Tierra, el ministro de Asuntos Exteriores asegura que la colaboración del país vecino es “espléndida” y que hay diálogo “a todos los niveles”.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, subrayó en la jornada de ayer que el Gobierno de Marruecos colabora de forma “cordial, estrecha y extraordinaria” con el Ejecutivo español para controlar la llegada masiva de inmigrantes y evitar que se produzca un “efecto llamada”.
En una rueda de prensa junto al presidente del Consejo Nacional Sirio, Abdul Baset Seida, García-Margallo destacó asimismo que la convicción de la Delegación del Gobierno en Melilla es que los intentos de saltar la valla fronteriza de la ciudad autónoma y las llegadas masivas a Alhucemas responden a “una operación coordinada” de las mafias que trafican con seres humanos.
Tras subrayar que seis de los inmigrantes llegados a la isla de Tierra ya han sido trasladados a Melilla y que la guarnición militar destinada en el Peñón de Alhucemas suministra asistencia humanitaria al resto, el ministro recalcó que el Gobierno marroquí está colaborando con el español de forma “enormemente cordial y estrecha” para evitar un “efecto llamada” que atraiga a masas de inmigrantes.
“A los dos Gobiernos les interesa que no pase y las relaciones son espléndidas”, insistió el jefe de la diplomacia española, al tiempo que explicó que, después de que ayer hablaran con sus homólogos marroquíes tanto él como el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, en el marco de un diálogo bilateral “a todos los niveles”, hoy siguen las conversaciones.

Buscando la fórmula

“Seguro que encontraremos una fórmula de cooperación entre los dos Gobiernos”, aseveró García-Margallo, quien precisó que, por su naturaleza, estas conversaciones “tienen que ser discretas”, si bien garantizó que “la cordialidad es absoluta” y que el ministro marroquí de Exteriores se ha mostrado “extraordinariamente colaborador”.
La Delegación del Gobierno en Melilla y el Ministerio del Interior están buscando “la mejor solución” para resolver la situación creada por estas llegadas masivas de inmigrantes, cuyo número se eleva ya a 81. Este problema será tratado en la Reunión de Alto Nivel (RAN) hispano-marroquí prevista para el próximo 3 de octubre en Rabat, según confirmó el ministro.
Por último, García-Margallo precisó que España también desplegará sus esfuerzos en el seno de la Unión Europea (UE), dado que la política migratoria europea es de su competencia.
Así pues, el Ejecutivo de Mariano Rajoy insiste en que la vía de colaboración con Marruecos es buena y que el país vecino está realizando todo lo que está en su mano para frenar las avalanchas de inmigrantes subsaharianos.

Unos 200 inmigrantes en Chafarinas y Alhucemas desde mayo de 2012.

Más de 200 inmigrantes han llegado a los archipiélagos españoles de Alhucemas y Chafarinas desde mayo, mes que marca el inicio de esta nueva vía utilizada por las mafias que trafican con seres humanos.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno, en las Islas Chafarinas, situadas a unas 27 millas náuticas de Melilla y a unos cuatro kilómetros de la costa marroquí, se han registrado ocho entradas, en las que se han contabilizado 78 indocumentados.
La primera de ellas, que supuso el comienzo del uso de los peñones e islotes como ‘escala’ previa a Melilla, fue el pasado 3 de mayo con la llegada a la Isla del Congreso, una de las tres que conforman Chafarinas, de seis inmigrantes.
Días más tarde, el 10 de mayo, llegaron otros 14 subsaharianos, mientras que el 15 de mayo la cifra se elevó a 18. En mayo, el día 22, hubo una última entrada de 14 inmigrantes, mientras que en junio se contabilizaron dos, con un total de 20 subsaharianos.
La presión migratoria en Chafarinas se redujo entonces, de manera que en julio, el día 30, solamente llegaron dos inmigrantes y ya en agosto, el día 3, fueron otros cuatro.
De Chafarinas, donde existe una guarnición militar, el flujo migratorio se ha trasladado al archipiélago de Alhucemas, a más de 100 kilómetros al oeste de Melilla, donde en apenas 15 días han llegado 128 inmigrantes.
Los 41 primeros arribaron al Peñón de Alhucemas, donde también hay presencia militar, después de que la embarcación en la que viajaban quedara a la deriva el pasado 19 de agosto.
Hasta entonces, todos los indocumentados que habían pisado los islotes o peñones de soberanía nacional habían sido trasladados, en su mayoría a Melilla, pero también a la península, en concreto a Almería.
Sin embargo, la llegada de 19 inmigrantes a la Isla de Tierra, un pequeño islote situado a escasos diez o treinta metros de la costa marroquí, dependiendo de la marea, marcó una nueva tendencia.