QUERIDOS/as lectores/as de El Faro de Melilla, sí mañana domingo sabremos la apuesta del pueblo gallego, si el PP renueva su mayoría absoluta, o si apuestan por un cambio de rumbo y sentido más hacia la izquierda. Me da a mí, que actualmente, vivimos en una democracia sin política, posiblemente sea algo indiscutible. Y también, que estamos enfrascados en el ejercicio de una política sin ética. Por cierto, siendo mi opinión, esto lo he dicho porque así lo he pensado o, mejor aún, porque lo he deducido de la triste realidad. Pero, mira por dónde, ahora tengo un ejemplo público que, según mi criterio, confirma todas mis apreciaciones.
Me refiero a lo que está pasando en la campaña electoral gallega. Digo verdad si manifiesto que no se habla de política. El PP después de muchos años en el poder de esa autonomía no da cuenta, de nada ni para nadie, de la situación de Galicia. De cómo estaba y cómo está y qué hace falta en sanidad, educación, medio ambiente, empleo, vivienda, industria, agricultura, pesca… No habla de lo que realmente preocupa e interesa a la ciudadanía y tierras de Galicia, de los asuntos que más les afecta a sus vidas, en tema personal, familiar, laboral, etc. Repito, nada de nada. Sólo hablan de amnistía, independentistas, de ETA y de Pedro Sánchez… Es decir, una democracia sin política válida para mantener el horizonte emancipador del ser humano en Galicia.
Pero, a pesar de que es verdad que una política sin virtud, sin ética, sin moralidad, también tienen que ver con no explicar cómo está situación de Galicia y cuáles son sus propuestas de futuro para mejorar (condiciones imprescindibles para que la gente vote desde el conocimiento y la libertad). Pensaba y lo explico ahora, que acusar al gobierno de no legítimo y a Sánchez y al PSOE de felonía por dialogar y tratar de llegar a acuerdos con Junts y Puigdemónt y, al tiempo, esconder su intento de hacer algo igual o peor (solo era la toma de un café, no sin sin con leche o “mala leche”), no solo raya con la desvergüenza sino que viola los principios de de ética pública más elementales y necesarias. En este caso de Galicia y en otras autonomías, no me extraña que la palabra política sugiere algo engañoso. Es mi opinión y la digo abiertamente, quienes tengan otra por supuesto que la respeto aunque no la comparta.
Mañana domingo el “povo galego” (pueblo gallego) decide. Esperemos que decida libremente y por supuesto, respeto máximo al resultado de esos comicios.
NOTA DE HOY LUNES 20: Como este escrito que mandé el sábado al diario y siendo hoy lunes no ha visto la luz, comento lo siguiente: Mi felicitación al PP gallego por el éxito obtenido con esa mayoría que le permitirá seguir gobernando en esa maravillosa tierra gallega. Eso es la democracia amigos y el pueblo decide para bien o para mal, eso el tiempo dirá. Lo que me queda claro también es que, el señor Sánchez y su partido (PSOE) deben reflexionar y analizar, que es lo que están haciendo mal cuando el pueblo gallego y posiblemente el conjunto del puelo español también, poco a poco le va retirando la confianza que no hace mucho le otorgaba. ¡Al loro Pedro!
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