EL Consejo de Ministros aprobó ayer, a instancias del Ministerio del Interior, una partida de casi 33 millones de euros para afrontar la modernización de las fronteras de Melilla y Ceuta.
El ministro del ramo, Fernando Grande-Marlaska, fue el encargado de dar una noticia que desde hace meses llevaba mareando. Ayer, por fin supimos que finalmente se ha optado por la retirada de las concertinas, aunque no se ha especificado que medios disuasorios se van a colocar para sustituirlas. La retirada de las cuchillas se llevará a cabo en aquellos puntos más vulnerables de la valla que separa nuestra ciudad de Marruecos, una valla que Grande-Marlaska calificó de obsoleta.
También, se tiene previsto acometer algunas mejoras en el paso fronterizo de Beni Enzar, pero de momento lo único que conocemos es que se instalará una ‘frontera inteligente. Se trata de un término tan etéreo como evocador, pero tampoco se conocen las innovaciones tecnológicas que van a implantarse, ni como mejorarán la gestión del paso.
Tendremos que esperar a que Interior vaya desgranando las medidas específicas que se van a tomar en esta iniciativa y confiar en que la inversión en medios técnicos venga acompañada de un aumento de medios humanos. Esperemos que las nuevas herramientas destinadas a disuadir la inmigración irregular mejoren a las actuales, la seguridad de nuestra frontera es un asunto demasiado serio como para hacer experimentos.