Francisco Sierra, párroco de la Castrense de Melilla: "Para valorar nuestra fe, hay que abrirse a las otras"

La Navidad es...

La Navidad es recordar el nacimiento de Cristo, el salvador, enviado por Dios para la salvación de los hombres. Dios había elegido al pueblo de Israel para salvar a su pueblo y con Cristo cumple su promesa. La Navidad es recordar el nacimiento del Niño Dios que nos llena de esperanza. Es un mirar al mundo de otro modo.

Mirando el pesebre en estas fechas se aprende a..

Es un tiempo de aprender de Jesús y de María. Mirar a María es entender que tenemos que servir, estar pendientes de los demás, salir de nosotros mismos e ir hacia el más necesitado. En las Navidades se crea una atmósfera en la que vivir esto es más sencillo: quedamos con la familia, nos abrimos más... pero este ambiente tenemos que conservarlo todos lo días del año. Tenemos que ser testigos todo el año de este mensaje de esperanza.

En Melilla conviven muchas religiones y cada una tiene sus respectivas fiestas... las mezquitas se llenan, las iglesias según los barrios...

Sí, el cincuenta por cierto de ciudadanos de Melilla tiene otra religión. El mulsulmán es muy cumplidor y se miran unos a otros para ver si obedeces los preceptos. Se censuran más, tal vez como en España hace algunos años. En la religión católica hemos pasado de la censura al efecto contrario, que te miran mal si frecuentas la parroquia. La religión se vive desde la fe y libremente, pues es la única manera de que sea sincera. Si hay control social la religión se vive de forma cínica.

El convivir con otras religiones como ocurre en Melilla podría llevar al cristiano a profundizar en la suya...

Efectivamente, el tener tan cerca a personas de otras culturas y religiones nos debe llevar a profundizar en lo que verdaderamente creemos. A los otros no debemos mirarlos con recelo o desconocimiento, porque esto paraliza. Si tienes miedo al otro no le conoces. Hay que abrirse, conocer, alegrarse con el otro para descubrir que también el otro se alegra contigo aunque no comparta tu fe. La segregación no hace bien a la sociedad. Si segregas, apartas, no sabes y te cierras a la posibilidad de la relación. No conocer a tu vecino que tiene otra fe te empobrece. Se valora más lo que tienes (tu fe) cuando conoces la de los otros.

Dios parece estar muy lejos a veces...

Dios en esta sociedad está lejos porque no posee una valor crematístico. Dios no es una empresa que produce, Dios se da gratuitamente y lo gratuito hoy día no se valora ni respeta. En la Navidad corremos en riesgo de despojarla de su sentido, de Dios que nace, se hace hombre y viven entre nosotros. Nos centramos en comidas, reuniones, cenas y regalos (cosas materiales que podemos comprar el resto del año y no llenan el corazón) y no sabemos nada de la historia, o de los valores auténticos de la Navidad. Es triste una Navidad sin Cristo, que es lo que da el verdadero sentido a la fiestas. El mensaje de esperanza es clave en estas fechas: Dios no nos deja solos

Los regalos...estamos todos como locos comprando...

Los regalos son tan importantes hoy día porque vivimos en la sociedad de consumo. Si tienes eres... Lo que ocurre es que cuanto más cosas tenemos menos valoramos. Lo importante en estas fechas no es el regalo material o no debería serlo, sino el regalo de ofrecerse, de dar tiempo. La persona como don. Estas fechas van, va de compartir, pues es así como la persona se siente plena, dándose a los otros.

El auténtico regalo no es el objeto que se compra con dinero sino el dar tiempo. Vamos muy rápido como pollos sin cabeza y no nos dedicamos tiempo los unos a los otros. Hay que pararse, olvidándose de las prisas para mirarse a la cara y hablar, recordar...estar.

Feliz Navidad a todos.