Como todos los 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos, muchas personas se acercaron este viernes a los cementerios para visitar y recordar a esos seres queridos que ya no se hallan con ellos. Pero antes, como es tradicional, pasan por las floristerías para llevarles ramos de crisantemos, margaritas o claveles a sus tumbas.
Para aprovechar la ocasión decidimos visitar una de las floristerías de la ciudad, Florilandia. Situada en la calle Padre Lerchundi, a poca distancia del Cementerio de La Purísima, apenas se puede pasear por la tienda por las colas que albergaba desde bien temprano. Mustafa, su propietario cuenta que siempre tienen a mucha gente en la floristería, aunque el trabajo se triplica para el Día de Todos los Santos porque viene la gente con mucha “bulla”, prisa, para hacerse con un bonito ramo de flores que llevará como regalo a sus difuntos.
Entre lo más demandado estos días son los claveles, porque duran más; aunque también piden mucho ramos de crisantemos, margaritas, clavellina e incluso rosas. Los colores que más pide la gente son los tradicionales, flores rojas y blancas. Pero Mustafa asegura que tiene una amplia variedad de colores en su negocio, e inmediatamente, sonriente nos muestra varios ramos de clavellinas y claveles de diferentes tonos violáceos. Además, también tienen flores con denominación de origen como Ecuador o Colombia. Las más demandadas son las especies de este último país.
En cuanto al gasto de los melillenses en este producto, Mustafa cuenta que el rango es variado, porque pueden comprar desde una flor que vale dos euros, hasta gasta gastarse treinta o cuarenta en varios ramo o en centros, coronas o jardineras. “Depende del bolsillo de cada uno”, comenta.
La gente que no suele escatimar en gastos a la hora de comprar en la floristería opta por flores más raras, de calidad también. Algunas de esas flores son de la variedad colombiana, que pueden ser un poquito más cara. Aunque asegura que en Melilla comprar flores no sale tan caro en la península, debido a los gastos de impuestos, ya que muchas de esas flores son de exportación. Además, el trayecto a la ciudad autónoma podría hacer que las flores se deterioren antes al tener un trayecto más largo, pese a que las que nos encontramos están en muy buen estado.
El mismo día 1 de noviembre había mucha gente pidiendo ramos de flores, pero según Mustafa los días que más reciben clientela son el 30 y el 31 de octubre. Aunque comienzan a preparar la mercancía para comenzar esta campaña de los Santos con al menos un mes de antelación, ya que la mercancía tiene que venir desde la península; y además se sube de precio. Cabe destacar que esta campaña, junto a Navidad y San Valentín e suna de las más fuertes e importantes para el sector floristero.
“Nosotros estamos pensando en los Santos un mes antes, porque la mercancía en la península sube de precio y buscamos calidad; unas personas quieren las flores de un color,otras de otro y durante toda una semana nosotros preparamos esto para tener a los clientes muy contentos. Entre las diferencias entre los pedidos que hace la gente en Melilla y en otras ciudades de le península, Mustafa señala que en la península ha visto que se piden muchas jardineras. “Pero aquí no, aquí a la gente le gusta el ramo”, comenta.
Nos encontramos con María, una joven que acude todos los años para llevar un ramo a sus familiares, comenta que suele comprar una docena de claveles, porque son los que más suelen durar y están bien de precio. Como lo es para ella, esta jornada suele ser muy especial y emotiva para todos aquellos que recuerdan y visitan a sus seres queridos en este día.
Además de las visitas al cementerio con flores y las reuniones familiares, hay quienes aprovechan para comprar los dulces típicos de esta festividad cristiana: los huesos de santo y los buñuelos. Visitamos La Perfecta, una de las pocas panaderías que hay abiertas en este día festivo, donde hemos podido hablar con Antonio Borrego, el encargado de esta panadería.
“Los dulces típicos en esta fecha son los huesos de santo rellenos de crema, ahora hay una novedad, es que están también rellenos de chocolate o Kinder, que se han vendido mucho; y ya los típicos, típicos dulces son los buñuelos rellenos de nata, crema y de kinder también”, expone.
Cuenta Antonio que comienzan a preparar estos dulces como dos meses antes, porque en los huesos de santo hay que preparar la masa y hacer los tubos de pasta de almendras y después rellenarlo. Además, también llevan dos semanas haciendo pasteles para Halloween, que son muy demandados por las familias para sus niños.
Llegamos un poco tarde para poder llevarnos algunos huesecillos de santo, aunque aún quedaban algunas de esas divertidas tartas y buñuelos. Así que nos anotamos para el próximo año venir antes para no quedarnos sin estas delicias que resucitan hasta a los muertos.
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