La Viceconsejería del Menor y Familia ha firmado un convenio con la asociación Caridad Virgen de la Luz de 250.000 euros. El objetivo: reducir el absentismo escolar dando a apoyo a los niños y niñas que más lo necesitan y empoderar a las mujeres, sector en que también hay un reseñable analfabetismo.
En síntesis, se trata de un proyecto educativo que va dirigido a mujeres y niños de colectivos vulnerables de los barrios periféricos de la ciudad. El perfil de las mujeres es el de aquellas que tienen dificultades para su desarrollo económico y social; el perfil de los menores es de los que tienen problemas escolares y sociales que pertenecen a familias de exclusión social. Así pues, los objetivos son la estimular a las mujeres a implicarse, a tener formación para que tengan una formación para integrarse en la sociedad y un acceso a acceso de oportunidades, así como su desarrollo integral y fomentar su autoconocimiento y estima, entre otros puntos.
En cuanto a los menores, los objetivos son el refuerzo de las asignaturas que tienen en el colegio, apoyo al estudio dirigido, la organización de actividades de ocio y tiempo libre y sociales.
Estos objetivos se consiguen a través de talleres de costura, de alfabetización, de iniciación a Internet y a las TCI, de deporte, de prevención, de cocina o de absentismo escolar.
El viceconsejero del área, Abderrahim Mohamed Hammu, quiso subrayar que también se generará empleo de 12 personas con la firma del convenio. Concretamente, se contrata a una coordinadora, a una psicóloga, una trabajadora social, dos maestras, un técnico informático, un auxiliar administrativo, una limpiadora, una costurera, una cocinera y dos monitores.
María Dolores Fernández Canito, presidenta de la Asociación Virgen de la Luz, relató que hace tiempo que vieron las necesidades que hay en los distritos IV y V al ver niños que se quedaban hasta muy tarde en la calle o que había un alto número de absentismo escolar y comenzaron a trabajar con este programa desde el 1 de enero. Actualmente trabajan con 15 centros educativos de la ciudad y tienen una lista de espera de 243 mujeres y niños para los talleres. Subrayó que están enseñando a muchas mujeres acciones tan básicas como pedir una cita por el médico o sellar el paro a través de Internet.
Rocío Cecilio García, trabajadora social encargada del área formativa, resaltó que hay muchos niños que tienen problemas educativos y que el echo de incluir a las madre, hace que puedan comprender mejor la familia y con ello ayudarla.
Dada la lista de espera que hay, el viceconsejero se comprometió tener en cuenta estas necesidades que hay para los próximos presupuestos y agradeció a la asociación su labor subrayando su importancia.