Fiorella Faltoyano afirma que ‘Aprobé en septiembre’ es la novela de su vida

La Semana de Cine presentó ayer dos libros, uno sobre esta actriz, y otro de relatos cortos

La actriz Fiorella Faltoyano presentó ayer en Melilla su autobiografía. Ha recogido en ‘Aprobé en septiembre’ todas sus vivencias relacionadas con el mundo del espectáculo, desde cómo se inició en el cine y el teatro a la anécdotas más tragicómicas que le han sucedido en su larga carrera en los escenarios. Aseguró ayer a El Faro que esta obra surgió como una forma de reflexionar sobre las experiencias que ha vivido en los dos últimos años y por ello, está escrita “desde corazón y la sinceridad más profunda”. “Aprobé en septiembre’ es la novela de mi vida”, afirmo.
Faltoyano ya estuvo en la Semana de Cine de Melilla hace dos años participando en una mesa redonda sobre actrices. Este año, cuando el director del festival, Moisés Salama, le propuso volver para hablar su biografía, lo no se lo pensó dos veces. Siempre la han acogido con los brazos abiertos y no podía negarse a estar en esta Semana de Cine con su libro.
La actriz resalta que no es una novela, aunque reconoce que la gente que ha leído el libro identifica más los capítulos con los de una historia de ficción que con la de su vida.
En ‘Aprobé en septiembre’ hay escenas trágicas de la vida de Faltoyano, pero que están escritas con la distancia que da el paso de los años y también con toques de humor, asegura. Faltoyano afirma por qué no reírse o sonreír sobre esas cosas que sucedieron hace mucho tiempo. Pero no sólo hay penas entre los capítulos de esta obra. Sus memorias describen anécdotas cómicas y otros detalles de su vida de los que prefiere no hablar, pues ya están escritos en este libro.

Un título curioso
Es el título lo primero que llama la atención de esta biografía. ¿Qué significa aprobar en septiembre? Faltoyano explica a El Faro que en los dos últimos años ha vivido una serie de situaciones que la llevaron a sentarse en una silla y a escribir de ellas como si se tratara de una terapia y una forma de reflexionar. Algunas de estas cosas que ha vivido eran parte de “los pendientes” que tenía en la vida y como se encuentra en “el septiembre de su vida”, que no el otoño, pensó que mezclar estas dos ideas le darían como resultado un buen título para sus memorias.

La vida después
Pero la autobiografía de Fiorella Faltoyano no fue el único libro que se presentó ayer en la Semana de Cine de Melilla. En la mesa redonda en la que se unió el cine con la literatura, estuvieron los escritores Pablo Aranda, Emilio Calderón y Ángel Castro. Los tres son parte de ‘los cuentistas’ que han creado un relato para el libro oficial de la Semana de Cine ‘La vida después’, una obra coordinada por el escritor y crítico Miguel Ángel Oeste.
La consejera de Cultura, Simi Chocrón, aseguró ayer en esta presentación que era “un lujo” poder contar con estos escritores y que todos los años la Semana de Cine contara con una obra propia.
Oeste fue el encargado de explicar la idea sobre la que versan las historias de ‘La vida después’. Su propuesta a los escritores fue que narraran cómo unos personajes del mundo de ficción pueden salir de la gran pantalla y por qué las personas de carne y hueso desean entrar en una película. Es el mismo argumento de ‘La rosa púrpura del Cairo’ de Woody Allen.
El primero en hablar sobre su cuento fue Pablo Aranda. ‘El desierto’, título de su relato, cuenta la vida de dos hermanos. El pequeño mantiene una relación tortuosa con una mujer y el grande, entra en las películas para poder estar con las bellas mujeres que salen en estos largometrajes.
Aranda aseguró que este tipo de encargos son un juego y un reto para el escrito y por ello, resaltó que no resta valor a su trabajo.

Los eternos secundarios
Emilio Calderón, otro de los escritores de ‘La vida después’, centra su relato en la historia de los Modlin, una familia de Estados Unidos que vino a España para buscar la fama y no la lograron hasta que sus pertenencias fueron rescatadas de la basura por un fotógrafo. El casero de la familia dejó sus fotografías y muebles en la calle al fallecer el hijo. Modlin era actor secundario y participó en varias películas españolas siempre en un segundo plano. De hecho, la actuación que más recuerda es una breve intervención en ‘La semilla del diablo’ de Polanski.
Calderón conoció a esta familia en los 80 y por ello, decidió recoger esta historia en el relato que le propuso Oeste. Además, este escritor aseguró que tenía muchas ganas de visitar Melilla y participando en este libro conseguiría una invitación de la organización.