La Jefatura Superior de Policía de Melilla conmemora así el primer centenario de esta unidad policial de prestigio en España.
En la tarde de ayer finalizaron las jornadas que la Jefatura Superior de la Policía de Melilla organizó con motivo de la celebración del primer centenario de la unidad de la Policía Científica y en cuya clausura participó el comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano Soria. No obstante, la primera ponencia de la tarde corrió a cargo del jefe de la Brigada Provincial de la Policía Científica de Melilla, Juan Cerisola, quien explicó la trayectoria de esta unidad en la Jefatura Superior.
Cerisola comenzó su intervención disertando sobre uno de los pilares básicos del trabajo de la Policía Científica como es la identificación. Así, hizo un repaso histórico sobre cómo se ha tratado la identificación de las personas a lo largo de la historia hasta el año 1837 que apareció la fotografía. Sin embargo, es la huella dactilar la que permite una identificación de las personas más rápida e inequívoca. El uso de la huella dactilar comenzó en 1877 en la India, pero no fue hasta dos años después cuando se empieza a aplicar en el ámbito policial.
El jefe superior de Policía, Juan Manuel Calleja, destacó que la Policía Científica de Melilla está entre las mejores de España por su eficacia a la hora de “desvirtuar la presunción de inocencia”.