Melilla cierra su participación en los Campeonatos de España de Selecciones Autonómicas de Baloncesto con una discreta pero esperanzadora participación.
En las cuatro categorías que acudía, infantil y cadete masculino y femenino, respectivamente, nuestros representantes acabaron en la penúltima posición de las 19 regiones que tomaban parte.
Nuestro vecinos, Ceuta, ha sido la autonomía que ha cerrado todas las clasificaciones finales.
En el haber de nuestros equipos quedan algunas victorias y, sobre todo, el buen sabor de boca de saber que se ha puesto toda la carne en el asador para hacer un papel importante en el torneo.
Sin embargo, a nadie escapa que la posibilidad de competir y jugar partidos es fundamental para alcanzar resultados.
Las condiciones de nuestra ciudad impiden precisamente esa continuidad en la competición. De hecho, las selecciones júnior masculina y femenina llevan algún tiempo participando en la competición malagueña (invitada por esta Federación), precisamente para adquirir esa experiencia y poder crecer en este deporte.
El esfuerzo hay que atribuirselo a la Territorial y al empeño de muchos y buenos aficionados al Baloncesto. No se puede decir que en la ciudad falten equipos, pero evidentemente jugamos con los mimbres que tenemos y poco se puede hacer sin la posibilidad de competir y ganar experiencia.
Pese a todos estos obstáculos, un gran aplauso para los nuestros, jugadores, jugadoras, entrenadores, cuerpos técnicos, directivos, Federación y afición.
Los chicos y chicas que han participado en este campeonato lo han dado todo y nada hay que reclamarles.
Tenemos buenos deportistas y prueba de ello es por ejemplo el caso de María Torreblanca, una jugadora que hasta el año pasado defendía los colores de Melilla, pero que éste, por cuestiones de estudio juega en un equipo malagueño, desde el que fue convocada para formar parte de la selección andaluza. Ella, junto a sus compañeras, se ha proclamado subcampeona de España en la categoría de cadete femenino, tras caer ante Cataluña por 50-67.