La tercera edición de la Color Run Festival fue todo un éxito. Así lo definió la viceconsejera de Juventud, Isabel Moreno, quien también fue víctima de los ataques de polvos de colores que otros jóvenes participantes le lanzaron en la plaza Multifuncional.
Unos 900 melillenses acudieron a la cita que combina deporte, ocio y solidaridad con un espacio dedicado a Autismo Melilla, entidad que aprovechó el evento para darse a conocer. “Autismo Melilla ha dado un matiz de solidaridad y cooperación que no puede faltar en este evento consolidado”, destacó la viceconsejera.
Grupos de amigos y familiares, algunos disfrazados, no dejaron de lanzarse los polvos de colores en batallas en las que el objetivo era pintar al otro y tratar de salir lo menos coloreado posible, aunque los más pequeños hicieron todo lo contrario: revolcarse por el suelo. Hubo también quien se llevó a sus perros, que acabaron con el pelaje de todos los colores menos el propio. Hay quien ya piensa en repetir el año que viene, mientras que otros sólo esperan que la pintura salga bien de la ropa.